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Toda Inglaterra llora la eliminación
La tensión, la expectativa desmedida y la euforia, sobre todo la euforia, que antes del partido dominaron en cada uno de los numerosos "pubs" ingleses, cedió paso a un deprimente espectáculo en el que primaban los pañuelos, las lágrimas y la desilusión.
Toda Inglaterra se sumió hoy en el desconsuelo más absoluto tras ser eliminada en los cuartos de final del Mundial 2002 por la selección brasileña.
La confianza ciega depositada por todo un país en la actuación de la selección dirigida por Sven Goran Eriksson se vio cruelmente evaporada al confirmarse la conclusión del encuentro en el estadio japonés de Ecopa Shizuoka, y el final del sueño del técnico sueco.
La tensión, la expectación desmedida y la euforia, sobre todo la euforia, que durante las primeras horas de la mañana dominaron en cada uno de los numerosos "pubs" ingleses -hoy con horario especial- cedió paso a un deprimente espectáculo en el que primaban los pañuelos, las lágrimas y la desilusión.
Los aficionados ingleses coinciden en que Brasil fue mejor, sin negarle méritos a sus venerados héroes Michael Owen, David Beckham o el hoy desafortunado portero David Seaman. Reconocen también las virtudes de su rival sudamericano, aunque sin prodigarse en exceso en sus elogios y siempre al son del grito "We love England" (Amamos a Inglaterra).
Si en la Universidad de Leicester (al centro del país) el silencio y la decepción se adueñaban de los jóvenes estudiantes, la comunidad brasileña, al son de la samba y de los cánticos, no tardó en comenzar a festejar el triunfo mundialista.
Por su parte, y en la esfera política, el líder de la oposición conservadora, Ian Duncan Smith, señaló que la derrota sufrida por el equipo de Eriksson fue "un golpe terrible para el plantel", pero añadió que Inglaterra "debe sentirse orgullosa del modo en que afrontó la competición".
El líder Tory lanzó un mensaje a los jugadores: "No pudo ser, pero pueden irse con la cabeza muy alta. Todo el país cree que son maravillosos". Las fuerzas policiales acamparon en la ciudad de Birmingham para evitar que se repitiesen los incidentes ocurridos con el triunfo a Dinamarca, cuando los "hooligans" (hinchas violentos) saltaron desde los techos de los autobuses.
Inglaterra está hecha polvo. Este es un país que vive aún con el recuerdo de la gloria de aquel Mundial de 1966 y que había puesto toda la ilusión del mundo en este equipo; el equipo de Ericksson, el equipo de Beckham.
Terra / Foto: (AP)
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LEYENDAS DE LOS MUNDIALES
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