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Turquía fue muy rápida ante Corea y es tercera
Iban sólo 10 segundos y Sukur señaló el gol más rápido de la historia de los mundiales. El empate transitorio de Lee y los dos tantos de Mansiz, también fueron en la primera etapa. El descuento de Hong fue al final. El 3-2 significó el tercer puesto, un premio merecido para los turcos.
Turquía, en su segunda participación en un Mundial desde el de Suiza de 1954, obtuvo hoy el mayor éxito de su historial futbolístico con un tercer puesto que dejó a la anfitriona Corea del Sur con la miel en los labios.
Los turcos, una de las grandes sorpresas de este Mundial, volvieron a exhibir un fútbol seguro y de alto nivel que sólo había podido frenar en semifinales la constelación de estrellas de Brasil.
Conducido con maestría por Basturk y Emre hasta que se lesionó, Turquía silenció a la "marea roja" en Daegu y, de paso, demostró cómo hay que jugar contra Corea del Sur: toques rápidos, control defensivo y lanzamientos veloces en los contragolpes. La defensa coreana se convirtió en un coladero, aprovechado por Sukur y Mansiz.
Sukur fue el gran protagonista del partido y pasó a la historia como el autor del gol más rápido de los Mundiales al "robar" al borde del área una pelota que a Hong Myung Bo se le enredó bajo la suela y vencer a Lee Wong Jae a los 12 segundos de partido.
Corea sintió el mazazo pero siguió corriendo. Sus jugadores parecían liebres que huyen de los galgos. Corren, centran, tiran desde cualquier posición, pero cuando tienen que inventarse una jugada distinta todas sus limitaciones explotan.
A los 9 minutos de un ritmo endiablado, Lee Eul Yong no desaprovechó la oportunidad de una falta al borde del área turca. Hizo un tiro magistral que se coló por el ángulo izquierdo de Recber, uno de los mejores arqueros del Mundial.
Las "camisas rojas" de las tribunas volvieron a animar a su equipo con fuerza, pero ahí estaba Sukur para facilitar a Mansiz dos oportunidades de oro en los minutos 13 y 32, que colocaron en el marcador un 1-3 que dejó a los coreanos sin ideas.
Igual, el cuarto puesto de Corea es el mayor éxito de Asia en los Mundiales. A base de carácter indomable y velocidad supersónica, llegó más lejos que nunca, pero en el partido de hoy desperdició varias ocasiones de gol por el vértigo de marcar a toda costa.
Como en anteriores partidos, Corea apretó al final más con el corazón que con la cabeza, para encontrarse con la seguridad de Recber. Al final, Song acortó distancias sin tiempo para más oportunidades. El entrenador de Corea, el holandés Guus Hiddink, repitió el mismo cuarto puesto que obtuvo con Holanda en el Mundial de 1998.
Terra / Foto: (Reuters)
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LEYENDAS DE LOS MUNDIALES
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