La mujer argentina había sido secuestrada en 1987, cuando era adolescente, para ser explotada en un prostíbulo en Bolivia. Había sido llevada con engaños hacia Bolivia hace aproximadamente 32 años y desde entonces su familia, oriunda de Mar Del Plata, no había dejado de buscarla.
La mujer secuestrada, en total condición de esclavitud, fue encontrada por la Gendarmería Nacional en la ciudad de Bermejo, Bolivia, junto con su hijo menor de edad.
Las investigaciones fueron realizadas por Gendarmería Nacional y la Fuerza Especial de Lucha contra el Crimen de la Policía Nacional de Bolivia, Unidad Bermejo.
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