La rentabilidad alcanzada por los bancos argentinos marcó un salto de 121% respecto al año pasado. Le ganaron a la inflación y al dólar.
La performance de los bancos contrastó con otros sectores que sufrieron fuertes pérdidas, incluyendo compañías de primera línea de consumo masivo como Arcor, Molinos y varios de los principales supermercados de la Argentina. La devaluación, las elevadas tasas de interés y la caída de ventas impactaron fuertes en casi todas las empresas de la Argentina.
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