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En un partido cargado de altibajos, Pergamino logró un valioso triunfo por 84-79 frente a Rocamora. Tras una primera mitad arrolladora, el local quedó atrapado en un cierre lleno de tensión, pero supo sostener la ventaja para reencontrarse con la victoria ante su gente.
En un duelo clave por la tabla, Pergamino superó a Rocamora en un choque que tuvo de todo: ráfagas ofensivas, baches inesperados y un final que puso a todos de pie. El local arrancó con un ritmo firme, intercambiando punto a punto y mostrando un juego colectivo dinámico, que pronto comenzó a desnivelar el marcador.
A mitad del primer cuarto llegó el quiebre: Pergamino encontró fluidez en el pase, corrió la cancha con precisión y construyó una diferencia que llegó a ser de dieciocho puntos, dominando el ritmo sin sobresaltos.
El segundo período profundizó la tendencia. La efectividad perimetral de Quinteros y los tiros de media distancia de Gandoy extendieron la brecha, permitiendo que el equipo se fuera al descanso con un holgado 61-41, dejando una imagen sólida en ambos costados de la cancha.
Sin embargo, el panorama cambió drásticamente en el complemento. El conjunto local cayó en una marcada sequía ofensiva, anotando apenas ocho puntos en el tercer cuarto, mientras Rocamora crecía de la mano de Juani Fernández, quien lideró la remontada con intensidad y lectura de juego. Los dirigidos por Amato aprovecharon cada error y redujeron la diferencia a solo siete.
En el último cuarto, la visita mantuvo el ímpetu y llevó el partido a un cierre vibrante. A pesar del asedio, Pergamino recuperó la compostura en los instantes finales, administró mejor las posesiones y selló un triunfo indispensable para volver a la victoria tras la caída en Rosario, reafirmando su fortaleza como local.
Con información y fotos de Pergamino Básquet
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