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Gracias a la reacción inmediata del Sargento Pablo Colado y el apoyo del Oficial Adán Quiro, un bebé con obstrucción respiratoria fue salvado en minutos. La historia conmovió a toda la comunidad.
En una noche que pudo terminar en tragedia, la vocación, el valor y la rapidez de dos policías de Arrecifes se convirtieron en la diferencia entre la vida y la muerte.
El 24 de mayo, cerca de las 22:00 hs, un vecino de 56 años irrumpió desesperado en la comisaría local. En sus brazos cargaba a su nieto de tan solo un año, cuya respiración se encontraba gravemente obstruida. Sin tiempo que perder, el Sargento Pablo Colado asumió el control de la situación con determinación: tomó al pequeño y comenzó a realizarle maniobras de Heimlich, una técnica vital para liberar las vías respiratorias.
Mientras tanto, el Oficial de Policía Adán Quiro tomó las llaves del auto particular de su compañero, y ambos emprendieron el traslado urgente hacia el hospital local. Durante el trayecto, las maniobras aplicadas comenzaron a surtir efecto, permitiendo que el bebé recupere la respiración.
Al llegar al nosocomio, el menor fue atendido en la guardia pediátrica y, tras una breve observación médica, fue dado de alta sin secuelas.
Este episodio no solo reafirma el valor del entrenamiento policial, sino también el compromiso humano que late detrás del uniforme. La comunidad de Arrecifes celebra hoy la valentía y la eficacia de quienes, sin dudarlo, se convirtieron en héroes cotidianos.
“La vida del bebé se salvó gracias a la intervención decidida y profesional de nuestros efectivos”, destacaron desde la Secretaría de Seguridad municipal.
Una historia que nos recuerda que, aún en medio del caos, la solidaridad y el coraje pueden escribir un final feliz.
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