28/07/2007 - Nueva York - La segunda ronda del diálogo técnico directo entre los dos vecinos fue convocada por el mediador, el embajador español ante la ONU, Juan Antonio Yáñez-Barnuevo, de acuerdo a lo acordado después del primer contacto en mayo.
En esa ocasión, el comunicado conjunto constató "un ambiente de renovado respeto mutuo, sinceridad y cordialidad", luego de que las relaciones entre Buenos Aires y Montevideo en los dos últimos años hayan pasado por su momento más delicado en décadas.
Se espera que esta segunda reunión, que se celebrará en Nueva York en la sede de la Misión Permanente de España ante la ONU, sirva para profundizar en los tres puntos de la agenda común, que son los relacionados con la ubicación de la papelera, las interrupciones en las comunicaciones entre los dos países y la protección medioambiental de la zona fronteriza.
Esta nueva etapa de diálogo se enmarca en la gestión de buenos oficios solicitada al rey Juan Carlos de España por los presidentes de Argentina, Néstor Kirchner, y Uruguay, Tabaré Vazquez, durante la última Cumbre Iberoamericana, celebrada en Montevideo.
Argentina se opone a la instalación de la planta de celulosa de la empresa finlandesa Botnia en la ciudad de Fray Bentos, a orillas del río Uruguay, por su posible impacto ecológico.
La española ENCE en su momento desistió de construir una fábrica similar en esa zona a causa de la polémica, que ha llegado al corte de las vías de comunicación entre la rivera uruguaya y la argentina.
Buenos Aires, por su parte, recurrió al Tribunal de La Haya después de que Montevideo diera el visto bueno a la construcción de la planta finlandesa por considerar que es "una grave amenaza" a un sistema fluvial que es compartido entre los dos países.
Uruguay niega que la papelera represente ningún tipo de peligro, y a su vez acudió a la misma instancia internacional para denunciar los bloqueos de comunicaciones impulsados desde la provincia vecina argentina de Entre Ríos.
La construcción de la planta está terminada en un 95 por ciento, por lo que podría entrar en funcionamiento a finales de agosto o principios de septiembre, anunció el miércoles Botnia.
Se estima que producirá un millón de toneladas de celulosa al año, para lo que necesitará tomar entre 28 y 30 millones de metros cúbicos de agua del río Uruguay, el 80 por ciento de los cuales serán devueltos después de ser tratados, según señaló la empresa. EFE