15/08/2007 - Buenos Aires (EFE).- El gobernador de la provincia, Juan Carlos Romero, atribuyó la falta de alimentos en la escuela a "la burocracia que nunca se acaba", y se comprometió a "pedir explicaciones" a las autoridades educativas del distrito.
Como la partida de dinero necesaria para dar de comer a los chicos no llegaba, Raúl López, director y único docente de la escuela, solicitó un préstamo personal de 1.000 pesos (unos 314 dólares) con los que compró carne, pan y alimentos no perecederos.
En la escuela del paraje Pascha, que significa "paz" en quechua y está situada a unos 3.800 metros de altura, funciona un comedor para los niños de la zona, que en su gran mayoría son hijos de pastores de ovejas de la Puna argentina.
Gloria López, esposa del director de la escuela de Pascha y docente como su marido, relató a la edición electrónica del diario bonaerense Clarín que el hombre debió utilizar 400 pesos (126 dólares) para pagar el transporte que llevó los alimentos.
"Él tenía que volver el lunes a la escuela, pero se quedó en Salta (capital de la provincia homónima) porque no le había salido la partida de dinero para comprar las cosas para el comedor. Fuimos al banco y él solicitó un préstamo personal de 1.000 pesos", dijo.
Según López, "por ahora la escuela tiene 16 chicos, pero hacia el fin de semana va a tener 45 alumnos", de acuerdo con una recorrida que efectuó su marido "por los cerros" cercanos.
"Esto no puede ser, al maestro le tendrían que haber dado la partida para el comedor para que los chicos tengan desayuno, almuerzo, merienda y cena", sostuvo a su vez el gobernador Romero.
Al ser consultado por Clarín, el funcionario reconoció que se enteró de lo ocurrido a través del periodista que le entrevistaba, ya que "nadie" de su administración le "dijo nada al respecto". EFE