17/08/2008 - La Federación Agraria, la más combativa de las asociaciones rurales del país, movilizará a sus afiliados en carreteras de las provincias de Santa Fe y Entre Ríos, bajo la advertencia de que "se agotan los tiempos" para negociar una solución a la pérdida de rentabilidad del sector, entre otros problemas.
La principal manifestación se hará en Villa Constitución, a 250 kilómetros de Buenos Aires, un mes después de que el Senado anuló el sistema de impuestos que desató las cuatro huelgas comerciales y bloqueos de carreteras que el campo llevó a cabo entre marzo y junio pasados.
El Senado anuló los polémicos impuestos móviles a la exportación de granos el 17 de julio pasado, con el voto de desempate del vicepresidente de la Nación, Julio Cobos, un dirigente aliado al peronista Frente para la Victoria de Cristina Fernández, lo que supuso un duro golpe para la mandataria.
"El acto es una advertencia: los tiempos se agotan", dijo el presidente de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi, en referencia a que el Gobierno "no da respuestas al campo" para acordar una política que revierta los problemas del sector, en especial los de la ganadería y la lechería.
Buzzi negó que vaya a haber cortes de carreteras como los que caracterizaron a las anteriores protestas del campo, pero matizó que los productores están muy enojados.
Recientemente otras asociaciones agropecuarias han realizado asambleas en las zonas productivas más ricas del país, donde se reavivaron las duras quejas por la falta de diálogo con el Gobierno, que tras el traspiés político designó al experto Carlos Chepi como nuevo secretario de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación.
"En producción agropecuaria hoy estamos peor que el 10 de marzo (cuando estalló el conflicto por la presión del Fisco) y mucho peor que un año atrás", sostuvo el presidente de Confederaciones Rurales, Mario Llambías, quien el sábado próximo encabezará una asamblea en una ciudad del sur de la rica provincia de Buenos Aires.
Llambías, al igual que sus colegas de la Sociedad Rural y la Federación Agraria, exige que se dé "poder político" a Chepi para avanzar en negociaciones que hasta ahora "no han conducido a nada".
Argentina es el tercer productor mundial de soja y las protestas de su sector agrario se reanudaron en momentos en que los precios internacionales del grano han bajado un 35 por ciento desde comienzos de julio.
Además de la presión del Fisco sobre la soja (35 por ciento), las asociaciones agrarias rechazan las restricciones a la exportación de trigo y carne vacuna, dispuestas por las autoridades el año pasado para impedir alzas de precios en el mercado doméstico ante el aumento de la demanda internacional.
Los cultivos de soja han desplazado a la ganadería, que sólo puede exportar 45.000 toneladas mensuales de carne vacuna bajo estricto control, con lo que Argentina ha perdido mercados a manos de Brasil, el mayor productor en ese renglón, y Uruguay.
En lo que va del año el valor de los productos agrícolas ha retrocedido en un promedio del 20 por ciento, según cálculos de expertos locales que advierten que esto restará unos 2.000 millones de dólares a la recaudación de impuestos. EFE
