13/05/2009 - James Wilbur Fondren, de 62 años, un teniente coronel retirado que trabajó como subdirector de la oficina de enlace del mando militar para el Pacífico en Washington, se entregó esta mañana a los agentes de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI).
Fondren es sospechoso de haber entregado información clasificada entre noviembre de 2004 y febrero de 2008 a otra persona que podría ser un agente chino.
Según los documentos presentados, Fondren dejó el ejército en 1996 y comenzó a trabajar como consultor privado en 1998.
Uno de sus clientes era un amigo llamado Tai Shen Kuo, procedente de Taiwán pero con ciudadanía estadounidense y que vivía en Luisiana.
En 2001, Fondren comenzó a trabajar para el Pentágono, donde tuvo acceso a documentos clasificados, pero continuó con su consultoría particular y su asesoría a Kuo, sin saber que éste era un agente que trabajaba para la República Popular China.
Kuo recibió instrucciones y una cantidad de 50.000 dólares para conseguir documentos y cierta información de Fondren y de otros funcionares gubernamentales, incluido Gregg William Bergersen, analista en política armamentística de la Agencia de Cooperación y Seguridad del Departamento de Defensa.
Fondren mantuvo correspondencia electrónica con Kuo hasta, por lo menos, marzo de 2001, cuando empezó a sospechar de la posible relación de su amigo con el Gobierno chino.
Sin embargo, Kuo consiguió hacerle creer que le daba información al Ejecutivo de Taiwan.
Entre noviembre de 2004 y febrero de 2008, Fondren entregó documentos del Departamento de Defensa y otros documentos que sacó de los sistemas de ordenador de acceso restringido a los que pudo ingresar como funcionario del Pentágono.
Fondren vendió los llamados "documentos de opinión" y cierta información clasificada por cantidades que oscilaban entre los 350 y los 800 dólares, como parte de su "trabajo" de consultor. Al menos ocho de los documentos contenían información reservada.
Kuo y Bergersen fueron arrestados en febrero de 2008 con cargos de espionaje y ambos fueron declarados culpables, el primero sentenciado a 15 años de cárcel y el segundo a cinco años.
La investigación, en la que han participado agentes del FBI, y de la Oficina de Investigaciones Especiales de la Aviación llevó también a la detención de un cómplice de Kuo, Yu Xi Kang, que admitió haber hecho de correo para enviar la información al Gobierno chino.
En caso de ser declarado culpable, Fondren puede enfrentarse a una condena de cinco años y una multa de 250.000 dólares. EFE