25/06/2009 - Sanford reveló el miércoles en una caótica rueda de prensa, tras cinco días sin conocerse su paradero, que llevaba un año siendo infiel a su pareja con una mujer llamada María que reside en Argentina.
El gobernador había abandonado sin informar a su mujer y sin dejar a alguien al cargo de los asuntos del gobierno estatal en su ausencia, ante informaciones de su oficina que lo situaban haciendo senderismo en los montes Apalaches.
La conmoción causada por la confesión de Sanford comenzó a tener respuestas críticas en el seno de la formación republicana de la que hasta la fecha es uno de sus miembros conservadores más relevantes.
Glenn McCall, uno de los dos representantes estatales a nivel federal del Comité Nacional Republicano, aseguró que los miembros del partido quieren que Sanford abandone su cargo por no hacer justicia a los principios de su partido.
Sanford fue reprendido también por el senador Jim DeMint, con quien lideró la oposición republicana al plan de estímulo económico de Barack Obama.
"Estoy muy decepcionado", dijo DeMint en Washington sobre su colega Sanford, quien era uno de los nombres que sonaban para la próxima carrera presidencial en 2012.
Por el momento Sanford renunció a su papel de presidente de la Asociación de Gobernadores Republicanos y aseguró que devolverá el dinero público gastado en un viaje a Argentina que realizó en 2008 dentro de una misión comercial a Suramérica, cuando se vio con su amante.
"Esto ha generado preocupaciones y preguntas legítimas. Así que voy a reembolsar al estado por el coste total del viaje a Argentina", dijo Sanford en un comunicado.
Sanford se enfrenta a un terremoto político tanto dentro de su partido como en Carolina del Sur, donde al margen de consideraciones morales sobre su vida privada le critican que desapareciera de forma irresponsable. EFE