01/08/2009 - El "hipnotizador", tal como él se define, se había encerrado ayer, jueves, en el cubo de siete toneladas de puro hielo situado frente al Obelisco de Buenos Aires, en pleno centro porteño, para resistir "por tiempo indeterminado".
Durante su permanencia en el cubo, de dos metros de altura y 1,60 de ancho, Tusam no ingirió líquidos ni alimentos, no durmió, se mantuvo de pie en todo momento, debió dosificar su oxígeno y apelar "al control mental" para evitar que baje la temperatura interna del cuerpo, explicaron los organizadores.
"Es una prueba de resistencia al frío extremo nunca antes realizada en el mundo", indicó un comunicado de la organización del desafío, para el que el ilusionista se preparó durante meses con exposiciones en cámaras de fábricas de hielo, pruebas de ayuno, resistencia y sueño, rutinas de gimnasio y control médico.
Tusam aseguró que éste fue el desafío "más grande" de su vida como homenaje a diez años de la muerte de su padre, un reconocido ilusionista argentino que sorprendía con sus pruebas de riesgo. EFE