21/08/2009 - "La situación está complicada", aseguró Diógenes Padilla, secretario gremial del Sindicato del Petróleo y Gas Privado de la provincia de Santa Cruz, que reclama un aumento salarial del 25 por ciento.
Padilla señaló que este jueves "las negociaciones quedaron en un punto cero porque las cámaras empresariales se retiraron de la mesa", al igual que el sindicato.
"Las petroleras están inflexibles: están dando un 20 por ciento de aumento, cuando nosotros pedimos un alza del 25 por ciento", afirmó.
El representante sindical indicó que en la medianoche de este jueves los trabajadores resolvieron en asamblea cortar la ruta nacional 3, la principal de la provincia y que conecta las ciudades costeras de Santa Cruz con la capital provincial, Río Gallegos, ciudad natal del ex presidente Néstor Kirchner (2003-2007), esposo de la actual mandataria, Cristina Fernández.
"Hay otros movimientos (de protesta) en las localidades de Pico Truncado y Las Heras", añadió.
El sindicato también reclama que las petroleras reconozcan el pago de los salarios correspondiente a los días de huelga y den marcha atrás con los despidos concretados en estas dos semanas de conflicto.
"Ya recibimos entre 300 y 400 telegramas de despido y seguramente van a llegar más", dijo Padilla.
La huelga en Santa Cruz, tercera productora de hidrocarburos de Argentina, afecta a las petroleras estadounidenses Chevron y Oxy, la brasileña Petrobras, la chilena Sipetrol y la hispano argentina Repsol YPF, además de reducir el suministro al gasoducto San Martín, en manos de una compañía controlada por Petrobras Energía.
El conflicto petrolero ya le generó pérdidas millonarias por regalías al estado provincial de Santa Cruz, que está en una complicada situación fiscal que fue eje de una cita el miércoles pasado entre la jefa de Estado argentina y el gobernador santacruceño, Daniel Peralta. EFE