13/09/2006 - Nueva York - En una entrevista transmitida por el canal público PBS, el fiscal general de California aseguró que contaba con "suficiente evidencia para presentar cargos, tanto en Hewlett-Packard como en las compañías que subcontrató".
El caso ya le costó ayer el puesto a la presidenta de la compañía, Patricia Dunn, quien renunció en medio de las presiones del directorio a raíz del caso, y quien será reemplazada a partir de enero próximo por el consejero delegado de la firma, Mark Hurd.
El origen del escándalo se remonta al año pasado, cuando el contenido de las deliberaciones privadas en el consejo de administración sobre la salida de Carly Fiorina, entonces presidente ejecutiva de la empresa, llegaron rápidamente a la prensa, lo que motivó a Dunn a realizar una investigación.
Esta fue encargada a un asesor externo, que a su vez contrató a una agencia de detectives privados que fueron los que utilizaron una serie de medios aparentemente cuestionables para obtener la información.
Un método utilizado fue el conocido como "pretexting" y que, en suma, consiste en llamar a una compañía de teléfonos simulando ser su cliente para obtener información sin contar con el permiso del cliente real.
Este tipo de mecanismos llamaron la atención de las autoridades, entre ellas la el Departamento de Justicia, la fiscalía de California y la Oficina Federal de Investigaciones (FBI).
Lockyer señaló en el programa de televisión que los métodos violan las leyes de protección de identidad de California, pero no dio mayores detalles y hoy su oficina ha dicho que no se referirá a la entrevista.
HP ha rehusado responder a las declaraciones del fiscal en el programa de televisión.
Los investigadores privados contratados por la multinacional de la informática Hewlett-Packard (HP) espiaron no sólo a los directivos de la compañías, sino las llamadas telefónicas hechas por reporteros de "Cnet", una revista online de tecnología con sede en San Francisco; del "The New York Times" y del "The Wall Street Journal".
Este último capítulo en el escándalo afectaba hoy las acciones de la compañía, que perdían 2,46 por ciento ó 0,91 dólares hasta llegar a 36,01 dólares. EFE