23/11/2006 - Río de Janeiro - Los cerca de 23 millones de vehículos brasileños serán obligados a circular con un chip electrónico que permitirá que sean rastreados en caso de robo, según una resolución aprobada por el Consejo Nacional de Tránsito y de la que informa hoy la prensa.
La decisión prevé que las etiquetas electrónicas comiencen a ser instaladas el próximo año y que el dispositivo sea obligatorio en cinco años.
La resolución también obliga a los gobiernos regionales a instalar en diferentes calles y carreteras antenas especiales para leer los chips de los automóviles que pasen por ellas.
El objetivo del sistema, además de prevenir los robos y hurtos de automóviles, es mejorar la planificación y la fiscalización del tráfico, multar a los infractores y hasta adoptar mecanismos electrónicos de peaje.
La etiqueta electrónica, con un costo aproximado de 25 dólares, contendrá todas las informaciones sobre el vehículo, incluyendo matrícula y número del chasis, así como sobre su propietario.
La resolución también prevé la imposición de una severa multa para quien no haya instalado el dispositivo cuando este sea obligatorio o para quien lo retire del vehículo. EFE