15/07/2008 - David Chaveco, de 31 años, y Marisol Pérez de Chaveco, de 31, propietarios de Kool Klown Party People Inc., que renta juegos inflables, organiza cumpleaños con piñatas, payasos y caritas pintadas, adquirieron los disfraces que semejan a los personajes de Disney "Eeyore" y "Tiger" para alquilarlos.
Según Disney, la adquisición y exhibición, a través de fotografías, de los disfraces que simulan sus personajes no sólo viola las leyes de derecho de autor y propicia una competencia desleal en violación a la Ley Lanham, ambos quebrantamientos federales, sino además que se presta a confusión, ya que se podría pensar que esa compañía patrocina los eventos de Kool Klown.
"Al comprar estos disfraces, que se ven por todas partes en la Internet, no sabíamos que estábamos violando ninguna ley", afirmó a Efe Marisol Pérez Chaveco, quien lamenta no haber podido costear la ayuda legal cuando empezó su negocio, que le hubiera ahorrado todo este "dolor de cabeza".
De haber tenido orientación legal "que nos ayudara a conocer qué se puede o qué no se puede hacer, y que de seguro nos hubiera aconsejado sobre la adquisición de esos disfraces, nunca los hubiéramos comprado", sostuvo.
Pérez, para quien los disfraces no son más que "un burro color violeta y un tigre anaranjado, que en nada se parecen a sus personajes", aseguró que han cumplido con todas las exigencias de Disney para evitarse la demanda.
"Quitamos los anuncios de nuestro sitio en la Internet, cerramos nuestra cuenta en My Space, quitamos los anuncios en Craig List, y les dimos toda la información que teníamos, pero Disney no ha cumplido con su parte de no continuar con la demanda", dijo Pérez con preocupación, ya que la millonaria demanda también solicita que se paguen los costos de los abogados de la empresa.
"Ni siquiera tenemos dinero para defendernos y buscar nuestro propio abogado, y cómo entonces vamos a pagar por los costos de sus abogados", cuestionó esta madre de origen cubano de dos pequeños de tres y un año de edad.
"Somos una familia que vive muy sencillamente, ya que mi esposo no tiene un trabajo que deje dinero. El negocio es algo que hago desde mi casa, a medio tiempo, ya que me dedico a cuidar de mis hijos, uno que es autista y otra que recibe terapia para el habla, y a quienes nunca hemos podido llevar a los parques de Disney porque no podemos pagar los precios de las entradas", agregó.
Además de devolver los disfraces a la empresa peruana a la que se los compraron por cerca de 500 dólares a través del sitio de Internet Ebay, los Chaveco Pérez añadieron una nota en su página web en la que informan que ninguno de los disfraces que utilizan en Kool Klown está relacionados con Disney u otra empresa de personajes, pensando que esta explicación aclararía la situación.
La cura, sin embargo, ha sido peor que todo, afirmó Pérez.
Documentos de la corte indican que la aclaración fue considerada por Disney un "acto de mala fe" y además demanda que Kool Klown le entregue, "para destruirlos", los disfraces y pruebas de transacciones relacionadas con el alquiler de los mismos en sus fiestas.
"Hemos cumplido con todas sus demandas, pero no podemos devolverles los disfraces porque no los tenemos", afirmó Pérez, quien afirmó que el litigio les ha creado mala reputación, al punto que se han visto obligados a cerrar el negocio y cancelar sus sueños de tener una pequeña empresa de diversión infantil, inspirada por sus niños.
"De haber tenido ayuda legal y conocimiento de las leyes nos hubiéramos ahorrados muchos dolores de cabeza, ni tendríamos que vernos como ahora, ahogados económicamente, con una demanda millonaria y sin poder pagar un abogado que nos represente. Ojalá que algún abogado quiera tomar nuestro caso pro bono", finalizó. EFE