Sociedad | Fin de un privilegio
Adiós a los subsidios en Puerto Madero y countries
El Gobierno nacional excluyó del régimen de ayuda estatal a más de 15.500 usuarios de alto poder adquisitivo, entre ellos residentes de Puerto Madero, Nordelta y barrios cerrados, tras detectar consumos energéticos desproporcionados y categorizaciones dudosas.
Hace 7 horas.
En una medida que apunta a corregir distorsiones históricas en el sistema de subsidios, el Gobierno nacional resolvió excluir a 15.518 usuarios del beneficio de tarifas energéticas bonificadas. La decisión impacta en residentes de Puerto Madero, countries y clubes de campo del Área Metropolitana de Buenos Aires.
El vocero presidencial, Manuel Adorni, justificó la medida afirmando que muchos de estos usuarios “gozaban de privilegios como piletas climatizadas, y consumían como una PYME promedio”. De ellos, el 44% se autodeclaraba de ingresos bajos y el 56%, de clase media. “La energía cuesta, y quien pueda pagarla debe hacerlo”, enfatizó el funcionario en su habitual conferencia de prensa.
Además, Adorni lanzó una crítica indirecta a Alberto Fernández, quien reside en un departamento de Puerto Madero, al sostener que “es el fin de privilegios que algunos políticos gozaban por vivir allí, o incluso vivir de prestado”.
El análisis fue posible gracias al uso de tecnología GIS y bases de datos georreferenciadas, combinando información provista por ARBA y el OPISU, lo que permitió detectar consumos que duplican o triplican el promedio nacional, especialmente en barrios cerrados como Nordelta, Campo Grande y Santa Bárbara.
La medida, según el Gobierno, permitirá un ahorro estimado de 3.000 millones de pesos y marca un cambio de rumbo en la política tarifaria. Los usuarios excluidos del Registro de Acceso a los Subsidios a la Energía (RASE) podrán presentar reclamos de manera online a través del portal Trámites a Distancia (TAD), bajo una Declaración Jurada, si consideran que la medida fue errónea.
Aunque el universo afectado es acotado, en un país donde más de 9 millones de hogares aún reciben ayuda estatal para pagar la energía, esta acción envía un mensaje claro: quien tenga capacidad económica, deberá afrontar el costo real del servicio.