Sociedad | Costa atlántica
Ballenas en Mar del Plata: Un espectáculo marino que se vuelve cada vez más frecuente
Vecinos y turistas se sorprendieron al ver al menos siete ballenas francas australes nadando a escasos metros de la costa marplatense. Un fenómeno que ya no parece ser una rareza y confirma el cambio en los patrones migratorios de estos gigantes del mar.
Hace 3 horas.
El litoral marplatense fue testigo de un momento inolvidable: al menos siete ballenas francas australes nadaron a pocos metros de la orilla entre Punta Mogotes y el Faro, en un avistaje que reunió a decenas de curiosos frente al mar. Las imágenes, captadas desde un dron por el usuario @dronmardelplata, mostraron a los cetáceos desplazándose en sincronía sobre aguas calmas y verdosas, protagonizando una danza natural que emocionó a todos.
“Se mostraron muy activas”, aseguraron quienes presenciaron el fenómeno, que se extendió también hacia otras zonas como Playa Varese, La Perla, Playa Serena y el Torreón del Monje. Según relataron testigos, se identificaron dos grupos, uno de tres y otro de cuatro ejemplares, lo que indica una creciente presencia de esta especie en la región.
Lo que antes era un hecho excepcional, hoy comienza a percibirse como un nuevo patrón de visita. Especialistas sostienen que estas apariciones, antes concentradas en los meses de agosto y septiembre, se están adelantando y volviendo más frecuentes por cambios en las rutas migratorias de las ballenas.
La ballena franca austral (Eubalaena australis) realiza su travesía anual desde Brasil hacia el Golfo Nuevo, en Chubut, donde se reproduce. En ese recorrido, cada vez con más frecuencia, elige descansar o alimentarse frente a Mar del Plata, cuyas condiciones parecen favorables para su tránsito.
La presencia de estos animales plantea además un compromiso social: cuidarlas y observarlas con respeto. Desde organizaciones conservacionistas se recuerda la importancia de no acercarse en embarcaciones no autorizadas y de evitar prácticas que puedan alterar su comportamiento. “Lo ideal es disfrutarlas desde la costa”, recomiendan.
El fenómeno no es exclusivo de Mar del Plata. En Miramar, Necochea y Pinamar, también se reportan avistajes frecuentes. Allí, mediante drones y cámaras de alta precisión, la Fundación Cethus lleva adelante un programa de monitoreo no invasivo que busca conocer mejor el hábitat de estos cetáceos y garantizar su protección.
Reconocida como Monumento Natural en la Argentina, esta especie cumple un rol clave en el ecosistema marino. Las hembras adultas pueden alcanzar los 17 metros de largo y un peso de 40 toneladas, alimentándose de krill y copépodos filtrados mediante barbas de queratina.
La creciente visibilidad de estos encuentros no solo enriquece la biodiversidad costera, sino que también ofrece una oportunidad única para conectar con la naturaleza y repensar nuestro vínculo con el mar.