EconomÃa y Empresas | Giro en la estrategia oficial
El Banco Central reaparece con fuerza para contener al dólar oficial bajo los $1.300
Tras mucho tiempo de inactividad, el BCRA intervino decididamente en el mercado con ventas de futuros, suba de tasas y pases pasivos para evitar una escalada del tipo de cambio que impacte en la inflación. La medida marca un giro en la estrategia oficial.
Hace 12 horas.
Luego de un largo período de pasividad cambiaria, el Banco Central volvió a intervenir con fuerza para frenar la suba del dólar oficial, que había alcanzado los $1.300. La jugada combinó ventas por más de USD 600 millones en contratos de futuros, suba de tasas en pesos y una nueva licitación del Tesoro para absorber pesos. El resultado inmediato fue una baja del dólar minorista a $1.280 y del mayorista a $1.260.
La acción coordinada entre el BCRA y el Ministerio de Economía apuntó a un objetivo claro: evitar que la reciente suba del tipo de cambio —más de 12% en menos de un mes— se traslade a los precios. Si bien aún no se advierte un impacto inflacionario, el Gobierno busca mantener esa calma y consolidar el proceso de desinflación. Según proyecciones privadas, la inflación de julio se mantendría por debajo del 2%.
El regreso de los pases pasivos del BCRA, tras la eliminación de las Leliq, marca un cambio en la estrategia monetaria. Esta vuelta a los pasivos remunerados busca retirar pesos del mercado y desincentivar la compra de dólares. Sin embargo, la decisión generó críticas por parte de analistas que advierten sobre una posible contradicción con el esquema de tipo de cambio flotante anunciado meses atrás.
A la espera de un panorama más desafiante en los próximos meses —menores liquidaciones del agro y mayor demanda de divisas por vacaciones e importaciones—, la gran incógnita es cuánto durará el efecto de esta intervención.
En paralelo, se destaca que el tipo de cambio real mejoró cerca de 18% desde abril, lo que implica una ganancia de competitividad externa. Aun así, la estabilidad del dólar dependerá de la eficacia de estas medidas y de la capacidad del Gobierno para sostener las expectativas económicas en un contexto de fragilidad externa.