EconomÃa y Empresas | Se eliminarán reportes obligatorios
El Gobierno elimina controles y apuesta a un nuevo blanqueo para atraer dólares «del colchón»
Con la mira puesta en las elecciones de octubre, la gestión de Milei avanza con un ambicioso plan de desregulación fiscal para seducir a los ahorristas y acelerar la reactivación económica. Se eliminarán reportes obligatorios de bancos, supermercados y otras entidades al Fisco.
Hace 7 horas.
En una jugada que busca estimular la reactivación económica y mejorar las perspectivas electorales de cara a octubre, el Gobierno de Javier Milei decidió eliminar los reportes fiscales obligatorios que realizaban bancos, supermercados, colegios privados y administraciones de consorcios ante operaciones consideradas sospechosas o de montos elevados.
La medida es parte del nuevo blanqueo fiscal que impulsa el ministro Luis Caputo, con el objetivo de captar parte de los más de 250.000 millones de dólares que los argentinos mantienen fuera del sistema financiero —en cajas de seguridad, debajo del colchón o en el exterior—.
Milei, convencido de que el éxito económico pasa por atraer esos capitales, declaró que los ahorristas son “héroes”, y aseguró que quienes decidan ingresar sus fondos no deberán justificar su origen ni temer futuras persecuciones fiscales, incluso en caso de un cambio de signo político.
Uno de los puntos más polémicos es la eliminación de los controles antilavado, lo que generó alarma entre especialistas por el posible impacto negativo ante organismos internacionales como el GAFI (Grupo de Acción Financiera Internacional), encargado de monitorear el lavado de dinero a nivel global.
El Gobierno llama a esta apertura “dolarización endógena”, una estrategia que implica aumentar la disponibilidad de divisas sin recurrir a una dolarización formal. Según Caputo, un marco de confianza —sin controles, con beneficios fiscales y sin castigos futuros— podría provocar un ingreso masivo de dólares al circuito económico local.
Para muchos, el gran interrogante es si este camino puede sostenerse sin riesgos legales ni financieros. Pero para el Gobierno, el momento es ahora: antes de las elecciones y con la inflación en baja.