Sociedad | Provincia de Buenos Aires
Eutanasia y dignidad: La Corte bonaerense ordenó revisar el pedido de una mujer que pide morir con asistencia médica
La Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires dispuso que se analice el caso de MarÃa del Carmen Ludueña, una mujer de 63 años postrada desde hace siete por una enfermedad incurable. El fallo marca un precedente en el debate argentino sobre el fin de la vida y la autonomÃa individual, y reabre el dilema entre el derecho a decidir y la obligación estatal de cuidar.
Hace 10 horas.
El rostro de María del Carmen Ludueña volvió a iluminarse tras años de dolor. Según relató a Infobae, “cualquiera que pase 24 horas como yo pediría lo mismo”. La mujer, de 63 años, padece una artritis reumatoidea poliarticular severa que la mantiene inmóvil en su cama desde hace siete años, dependiendo de otros para alimentarse y asearse. En noviembre de 2024 presentó un recurso de amparo solicitando el acceso a la eutanasia, o asistencia médica para morir, tras una vida marcada por el dolor físico y el agotamiento emocional.
Su pedido fue rechazado en dos instancias judiciales por falta de legislación sobre la eutanasia en Argentina. Sin embargo, la Suprema Corte bonaerense revirtió esa decisión y ordenó que su caso sea examinado por el fuero contencioso administrativo, abriendo por primera vez la posibilidad de un debate judicial sobre su situación particular.
En su resolución —a la que accedió Infobae— el tribunal consideró que las “especiales y desdichadas circunstancias” de Ludueña comprometen derechos fundamentales como la vida, la autonomía y la dignidad humana, y sostuvo que negarle una revisión judicial sería una violación del acceso a la justicia.
El defensor oficial Edgardo Pablo Molins, quien representa a María, celebró el fallo: “Era la mejor noticia que podíamos recibir. Lo que la Corte definió es que el caso debe ser analizado, no rechazado de plano”. Ahora, el juez Luis Oscar Laserna, desde la jurisdicción de Mercedes, deberá evaluar las pruebas médicas, testimonios y pericias psiquiátricas que acrediten la voluntad de Ludueña.
En paralelo, la Corte subrayó que el Estado tiene la obligación de garantizar cuidados paliativos integrales, internación domiciliaria y acompañamiento emocional, más allá del pedido de eutanasia. Según el análisis publicado por Infobae, el fallo no habilita la muerte asistida, pero reencuadra la discusión en torno a la responsabilidad estatal de cuidar y aliviar el sufrimiento.
El juez Sergio Kohan, en su voto, destacó que la vida humana no es un bien disponible y que la verdadera dignidad radica en el acompañamiento hasta el final, no en provocar la muerte. Asimismo, cuestionó duramente al PAMI por su falta de asistencia, calificándola como “casi tan cruel como la enfermedad misma”.
La decisión judicial instala nuevamente el debate ético y jurídico sobre el derecho a morir con dignidad y la cultura del cuidado. Mientras tanto, desde su cama en Moreno, María espera ser escuchada: “Esto no es vida, es una tortura. Yo solo pido clemencia”, dijo a Infobae, reafirmando su voluntad de poner fin a su sufrimiento con la misma lucidez con la que soporta cada día.