Posponen primer intento vuelo nocturno de avión propulsado por energía solar
El equipo del avión "Solar Impulse", propulsado exclusivamente por energía solar, ha pospuesto su primer vuelo nocturno debido a problemas técnicos que hubiesen impedido el seguimiento desde tierra de parámetros cruciales para la seguridad de la nave y su tripulación.

"Esta mañana, el equipo de la 'Misión Solar Impulse' ha tomado la difícil decisión de retrasar su primer intento de vuelo nocturno", se informó mediante un comunicado.
El avión, cuyas alas están recubiertas con 12.000 células solares que recargan las baterías que almacenan y suministran energía a los cuatro motores eléctricos, debía despegar esta mañana del aeródromo de Payenne, en el oeste de Suiza, para un vuelo de 24 horas.
El problema proviene del transmisor de telemetría, una tecnología que permite la medición remota de magnitudes físicas y su posterior envío al operador del sistema, según el comunicado.
Aunque todos los miembros del equipo están trabajando de manera intensa para encontrar la solución, por ahora no es posible fijar una nueva fecha para intentar el vuelo nocturno, aunque será "lo más pronto posible".
El promotor del "Solar Impulse", Bertrand Piccard, recordó que él mismo logró realizar su primera vuelta al mundo en globo sólo después de su tercer intento.
"Paciencia y perseverancia son valores esenciales para proyectos de este tipo", recalcó.
Piccard indicó a la Agencia de Prensa Suiza que se intentará realizar el vuelo de noche la próxima semana, pero ello dependerá también de las condiciones meteorológicas.
El equipo del proyecto explicó que con un prototipo de avión como éste, que se encuentra aún en su fase experimental, el sistema dañado es "un componente esencial sin el cual la misión no es posible" por los riesgos que comporta.
"Debido a que la pieza inoperante del equipo fue producida específicamente para este prototipo, desafortunadamente no pudimos reemplazarla (inmediatamente) y, por tanto, hubo que atrasar el intento", precisó la nota.
El avión ha estado llevando a cabo vuelos diurnos de prueba desde el año pasado y completó su primer vuelo de larga duración el pasado 7 de abril. EFE
Un hispano se destaca en el grupo de pilotos de aviones no tripulados de la NASA
Herman Posada es un piloto de raíces colombianas quien después de trabajar en los hangares y estudiar ingeniería aeroespacial hoy pertenece a un grupo selecto de especialistas en Sistemas de Aviones no Tripulados de la Agencia Espacial estadounidense (NASA).
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"Este trabajo requiere de mucha responsabilidad y me siento privilegiado de trabajar aquí, para la NASA, volando este avión tan único", dijo a Efe Posada, piloto del avión robot Ikhana, construido para estudios científicos. Nacido el 8 de julio de 1970 en Los Ángeles (EE.UU.), Posada es hijo de una pareja de inmigrantes quienes hace más de cuatro décadas llegaron procedentes de Medellín, Colombia. Posada, que ya lleva 15 años dirigiendo aviones no tripulados, estudió mecánica de aviación hasta graduarse de ingeniería en tecnología aeroespacial de la Universidad Northrop, en Inglewood, California (EE.UU.). "Yo siempre quise ser piloto, pero antes trabajé en el aeropuerto de Van Nuys, California, reparando y recargando de combustible los aviones", recordó. Tras manejar una avioneta para controlar el tráfico de automotores y servir de piloto en coberturas noticiosas para varios medios de comunicación, Posada se acercó al área de aviones no tripulados.
"En 1996 fue cuando comencé a pilotar los aviones no tripulados 'Predator', que fueron diseñados para uso militar, por la compañía General Atomics Aeronautical Systems, de San Diego, que es la empresa a la que NASA le encargó construir el Ikhana", comentó Posada quien comenzó a trabajar en 2005 para la agencia aeroespacial.
Ikhana es una palabra de la tribu Choctaw, de nativoamericanos estadounidenses, que significa inteligencia. Desde su adquisición en 2006, Posada pilotó el Ikhana desde el Centro de Investigaciones de Vuelo Hugh Dryden de la NASA en la Base Edwards de la Fuerza Aérea en California. "Ikhana es un avión para experimentos científicos del Programa de Ciencia Suborbital de la NASA y para expandir las capacidades de nuevas tecnologías", explicó Posada acerca de la aeronave de hélice trasera y con capacidad para volar a más de 40.000 pies de altura durante 30 horas consecutivas.
"Uno de esos instrumentos se lo adaptamos bajo el ala izquierda y sirve para detectar fuego a través de espesas capas de humo y con ello hacemos mapas en temporadas de incendios en el oeste de EE.UU.", detalló. Posada, quien forma parte del equipo de 11 pilotos en la base Dryden, vuela el avión robot desde un tráiler que es la cabina para pilotar la nave a través de satélites y donde a su vez reciben información, en tiempo real, de los instrumentos a bordo del aparato. Actualmente, además de las misiones con Ikhana, Posadas es copiloto para el "Global Hawk", otra nave robot impulsada con sistema de propulsión, con la cual NASA realiza un mapa del medio ambiente a 65.000 pies de altura.EFE
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