Viajera y entusiasta

Ideas para decorar tus paredes

• Vinilos: una de las formas más económicas de cambiar los muros del hogar y generar un efecto de alto impacto. Sólo basta con elegir el diseño que nos guste, los colores y pedir que nos hagan el corte. Eso sí: hay que reparar en dos aspectos: la pared y la colocación de los vinilos. La pared debe estar lisa y bien pintada, sino los vinilos no se van a adherir bien así como tampoco van a poder lucirse.

• En cuanto a la colocación, debe hacerse con gran prolijidad así los vinilos no quedan levantados ni a la vista ni al tacto. Los mismos vienen protegidos por dos capas: lo primero que debe hacerse para pegarlos es ubicar el dibujo en la pared y luego se lo pega con la cinta de enmascarar. Luego poco a poco se debe quitar la lámina que está en el muro desde el centro hacia afuera así no la arruinamos. Lo que sigue es quitar la capa de protección.

• Vestir tus paredes con guardas de papel es una alternativa que se usó durante mucho tiempo y que ahora volvió a imponerse. Es una solución interesante para tener presente ya que también se logra un cambio de manera rápida e incluso no es necesario contratar a nadie para hacerlo. En una tarde de lluvia, lo concretamos nosotros mismos.

• Paredes verdes: las tendencias eco friendly están de moda por lo que podés poner a tono a tu hogar. Hacer un jardín colgante es una buena alternativa tanto para aportar t granito de arena al medio ambiente como para regalarte un poco de verde y de relax cada vez que levantes la vista. En esta apuesta por cambiar hay que fijarse en algunas cosas: que el jardín colgante no sea muy pesado o que la pared puede soportar ese peso y un sistema de drenaje para que el mantenimiento de tu jardín no termine por provocar humedad.

• Ya no vienen sólo de papel sino de varios materiales (por ejemplo papel vinilizado o de PVC autoadhesivo), lo que permite que las podamos lavar y que no luzcan un aspecto gastado. Las guardas se pueden colocar en la mitad de la pared o en la parte superior y podemos hacerlo nosotros mismos, a diferencia del empapelado completo. Se necesita de un poco de paciencia y de cinta métrica y un lápiz para marcar y que quede todo parejo, así como adhesivo y un pincel para repartir el mismo y evitarlos grumos. Los restos “que se escapen” se quitan con una esponja.