CLARIN
Sociedad/Turistas francesas
El padre de una de las turistas francesas asesinadas rompió el silencio
18/9/11
"Cuando tuve que identificar el cuerpo de Cassandre, de inmediato pensé que las personas que habían hecho eso eran feroces. Yo lo viví como un crimen contra la humanidad", manifestó Bouvier en una entrevista al diario "Le Parisien".
Admitió que llora todos los días, pero que no "trabaja en el rencor y el odio".
http://www.clarin.com/sociedad/turistas_francesas-crimen_Salta-Jean-Michel_Bouvier-entrevista_a_diario_frances_0_556144657.html
LA MUERTE DE UN SER QUERIDO
por Horacio Velmont
El dolor real y el dolor superfluo

Supongamos que un escalador tiene que subir una alta montaña y para ello tiene que cargar una mochila con un peso que no exceda de los 10 kilos, pero resulta que alguien, sin que aquél se dé cuenta, le agrega a la mochila otros 10 kilos.
El escalador, que ignora que tendrá que subir la montaña con 10 kilos extras, emprende la partida y sufre lo indecible durante todo el ascenso, incluso a veces con ganas de abandonar el proyecto.


En la vida, cuando muere un familiar o un amigo, sucede algo similar. La muerte de un ser querido, como toda pérdida, acongoja, porque se trata de emociones humanas normales. Encarnamos precisamente para sentir esas emociones y no para ser robots.
Pero lo que sucede con esa muerte es algo parecido al ejemplo del escalador: tiene que cargar no solo con la congoja normal que provoca la muerte del ser querido sino también con un equipaje extra: la carga de un engrama.

La muerte de un padre, de un hijo, de un hermano, de un amigo, provoca, como toda pérdida, un engrama de emoción dolorosa. Un engrama es similar a una orden hipnótica y como tal se restimula cuando en el entorno aparece algo similar al contenido del engrama.
La restimulación del engrama dramatiza la pérdida como si estuviera sucediendo otra vez, y lo hace cada vez que se restimula.
Este dolor no es real porque se trata, haciendo comparación con el ejemplo del escalador, del peso extra de la mochila.
Cuando alguien recuerda a un ser querido que ha partido, es obvio que algún sufrimiento por la pérdida tiene que tener, pero si a la pérdida se agrega la carga del engrama, ese sufrimiento extra ya carece de sentido porque no forma parte de las vicisitudes normales de la vida. Es un agregado superfluo.
La diferencia entre un recuerdo y un engrama es que el recuerdo es experiencia y el engrama en cambio es "acción impuesta". El engrama nos "obliga" a sentir algo que no es real porque no forma parte del sufrimiento normal de una pérdida. Los recuerdos no son aberrativos, pero el engrama sí.
Naturalmente que también ayuda a confrontar la muerte de nuestros familires o amigos el saber que la muerte no existe y que, como ha dicho alguien, "el dramatismo de la muerte lo genera la ilusión de vivir".
Somos espíritus y ésta es nuestra vedadera esencia, pero no encarnamos con el 100 % de espíritu sino tan solo con un 10 %. Ese 90 % que no encarna y que queda en su plano espiritual de origen es lo que esotéricamente se denomina "Yo Superior", y en otras Filosofías, Alma o Thetán.

Todo ser encarnado cumple un rol. Un padre, una madre, un hiijo, un hermano, un amigo, son roles. Los roles no son reales porque son efímeros, igual que los personajes de una obra de teatro o de un film, que concluyen cuando baja el telón o termina la película.

Un ejemplo muy ilustrativo de lo que es la encarnación es imaginar una varilla pasada a través del ojo de la cerradura, quedando el 10 % de un lado y el 90 % del otro. La esencia de la varilla no se altera por el hecho de pasarla a través de la cerradura, y tampoco la esencia del espíritu se altera por la encarnación. Desencarnar es algo similar a retirar la varilla del ojo de la cerradura.
De lo expuesto se deduce fácilmente que en el mundo espiritual no existen familiares ni tampoco niños o adultos o sexos o razas o terrestres o extraterrestres. Solo existen espíritus.

JOHN EDWARD

JAMES VAN PRAAGH

SIXTO PAZ WELLS
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Por lo tanto, aquellos médium que dicen comunicarse con un padre o con un hijo o con extraterrestres solo engañan al pùblico, siendo ellos mismos los primeros engañados.

La imposibilidad de comunicarse con un padre fallecido, por ejemplo, es la misma que existe de comunicarse con el espía James Bond, que es solo un personaje de ficción. Un padre no pasa de ser un personaje de ficción, cuya existencia dura solamente lo que dura la encarnación.
El espíritu, durante las diversas encarnaciones, asume muchos roles, pero no es ninguno de esos roles y ni siquiera la suma de todos ellos, de la misma forma que el actor Daniel Craig no es James Bond ni niguno de los otros personajes que interpretó, ni mucho menos aún la suma de todos ellos.
Cuando uno sabe todas estas cosas el dolor por la pérdida de un ser querido se mitiga, porque sabe que solamente era un rol y el espíritu que lo interpretó sigue existiendo.
Cuando el que pierde un ser querido desencarna no se encontrará, por lo tanto, con sus seres queridos, sino con los espíritus-actores que lo interpretaron.

Quizás a estas alturas algún lector se estará preguntando cómo hace alguien que sufre una pérdida para desembarazarse de la carga engrámica producida por esa pérdida, y la respuesta es que ella se encuentra en Dianética, pero esto es otra historia y no es tema de esta nota.
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LECTURAS COMPLEMENTARIAS
El enigma de la muerte
http://www.grupoelron.org/autoconocimientoysalud/elenigmadelamuerte.htm
La muerte nunca gana
http://www.grupoelron.org/autoconocimientoysalud/lamuertenuncagana.html
Reflexiones sobre la muerte
http://www.grupoelron.org/autoconocimientoysalud/reflexionessobrelamuerte.html
John Edward
http://www.grupoelron.org/quienes/johnedward.htm
James Van Praagh
http://www.grupoelron.org/quienes/jamesvanpraagh.htm
Mediumnidad 1
http://www.grupoelron.org/quees/mediumnidad.htm
Mediumnidad 2
http://www.grupoelron.org/quees/mediumnidad2.htm
Mediumnidad, telepatía y Cienciología
http://www.grupoelron.org/general/mediumtelepatcienciol.htm
Los contactados
http://www.grupoelron.org/quienes/lehxiii_contactados.html
El duelo patológico
http://www.grupoelron.org/autoconocimientoysalud/duelopatologico.html
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