| Juan Jose Alvarez declaro en el juicio a Ibarra
 - Publicado a las 08:40 PM el 25/4/2013 por Juaj Jose Alvarez 
    El ex secretario de Seguridad y Justicia porteño, Juan José   Alvarez, aseguró hoy que antes de que se produjera   la tragedia de Cromañón "había gente valiosa y mecanismos   adecuados" de control, y consideró que, a pesar de la existencia   de esa estructura "correcta" de control, "no alcanzó".   Alvarez agregó que el propio Ibarra se informaba   personalmente de cómo se desarrollaba su gestión: "Era un tema de   consulta muy habitual".                  Alvarez señaló que, cuando asumió el 7 de enero de 2005, ocho   días después del incendio que causó 194 muertes, "no es que no   existía nada" en esa dependencia comunal: "Sobre la estructura   que había, teníamos que redireccionarla en función de la   situación concreta y lo que son mis criterios objetivos con los   cuales gestiono".           El actual diputado nacional, que declaró hoy como testigo en el   juicio político contra el suspendido jefe de Gobierno porteño,   Aníbal Ibarra, afirmó que en esa secretaría "había gente valiosa,   mecanismos adecuados, gente con nivel de formación correcto, pero   no alcanzó".           Asimismo, dejó en claro que "ninguna autoridad política puso   cortapisa" a su gestión, "no las he tenido. Los lineamientos eran   claros: saturación de inspecciones, concentración de recursos en   lugares críticos, clarísima señal a la sociedad de que esos   eficaces operativos fueran transparentes. Todas estas cuestiones   estaban claras, no había ninguna recomendación de hacer algo   distinto".           Alvarez agregó que el propio Ibarra se informaba personalmente de   cómo se desarrollaba su gestión: "Era un tema de consulta muy   habitual".           El diputado indicó que, al asumir su cargo, "llego a un lugar   donde había evidentemente una enorme crisis" en el cual, agregó,   había "un fuerte shock", así como "necesidades concretas".           Recordó que "los cuadros de la burocracia intermedios estaban en   un fuerte shock, cuestionados por el conjunto de la sociedad y en   función de uno de los dramas más espantosos que podemos   imaginar".           "Frente a esa situación, nuestra gestión, la mía, que duró cuatro   meses, estaba marcada por ese estado de situación al que llego.   No podíamos decirle a la gente 'ha pasado lo que todos sabemos,   hay un área fuertemente cuestionada, entonces vamos a cerrar   durante un tiempo para ver cómo reiniciamos nuestra tarea'. Había   necesidades concretas", indicó.           Según el ex funcionario porteño, "ese fue un momento   particularmente complejo para todos nosotros. Intentamos   rápidamente poner de pie una capacidad fundamental irrenunciable   del Estado, que es la capacidad de fiscalización, para que en   adelante los porteños se sintieran seguros cuando accedieran a   los servicios de esta ciudad".           En ese sentido, resaltó que las inspecciones se concretaron "sin   importar quiénes estaban detrás de los locales y sus niveles de   facturación".           En ese momento, "había unos 200 boliches funcionando en la   Ciudad. A partir de la creación del registro, eran algo menos de   50 los que estaban en orden y podían reiniciar su tarea una   sencilla y eficaz solución".           "Fue fundamental elaborar el mapa de riesgo", que "tenía que ver   con las posibilidades de asignar los recursos", y destacó que   cuando un inspector llegaba a un local cerrado, "era una luz   amarilla", y si estaba abierto, "si creía que tenía que   clausurar, clausuraba".           Alvarez evaluó que "las denuncias (de vecinos a las sedes   policiales o comunales) eran importantes, es prudente atenderlas,   pero una actitud reactiva sería muy poco. Hay que tener una   rutina de inspecciones. De nada sirve que la semana equis se   hagan 50 mil inspecciones, si después no se van a hacer más.   Logramos avanzar sobre una sistematización, que fue positiva".  |