El “Burrito" es uno de los máximos ídolos en la  historia de River y, sin dudas, el más grande en la etapa contemporánea.  La emoción fue el denominador común en la tarde-noche de Núñez, que  estuvo caliente más allá de la baja temperatura que marcaba el  termómetro, por la lógica consecuencia de estar en invierno. 
Ese fue uno de los momentos más emocionantes de  la tarde. ¿Los otros? Cuando ingresó su hijo Tomás (hizo un gol) y  cuando hicieron lo propio sus otras dos hijas. Entre todos, dieron una  ‘vuelta olímpica’ ante la mirada de un Monumental que coreaba su  apellido. 
Así terminó la fiesta. ‘Su’ fiesta’. Ésa por la  que tanto hizo mientras defendió la camiseta de River. Ariel Ortega tuvo  su merecido homenaje. Se hizo en el Monumental, lo vivió el hincha de  River, pero también lo disfrutó todo el fútbol argentino. Por su parte,  el referente de la oposición  Matías Patanián dijo en su página de Facebook: “Gambeteaste todo, menos nuestros corazones! Gracias Ariel!”  |