¿Qué vimos? TIRESIAS
Vimos no sólo una puesta en escena del mito de Tiresias (explicación que da el director) sino también, la lucha implacable de estos dos seres por conservar su estatus de ‘dioses’ únicos y perfectos.
Vimos al sacerdote, en una estructura psicótica, con un delirio de ser aquel que engendraría a Cristo en la virginal Ana. Para ello, intentó primero castrar a Teresa (Tiresias) dejándola ciega (sabemos que quitarse los ojos implica simbólicamente la castración); ya que, de esta forma, rompería la completud que significa tener los dos sexos. Pero, como, esa castración devino en un “ver más allá”, sólo le cupo matarla.
Vimos a Teresa travestido, encarnando a la madre fálica. Imagen de La mujer perfecta, sin fisuras ni fallas; que sabe gozar con su cuerpo no sólo como mujer sino también como hombre. Vimos su cambio, después de la pérdida de los ojos. Vimos como al atravesar la castración puede hacer otra lectura de la realidad: ¿Hay una aceptación de su situación, convicción de que sólo le queda aceptar su sino fatal y no le es posible ser artífice de su propio destino?
Ps. María Nela Dombronsky
Cel: 55 13 725 065 |