Se mejora el Campo Natural en Curuzu Cuatiá.
En la región correntina, principalmente en la zona de Curuzú Cuatiá, el campo natural es la base primordial de la alimentación de la ganadería, por su gran potencial de producción y excelente calidad. En el 2000, uno de los límites encontrados en este terreno fue la deficiencia de fósforo de los suelos y las pasturas que impide el desarrollo de la ganadería. El problema principal del bajo contenido de este elemento en las plantas determina que los animales tengan una dieta insatisfecha en fósforo, lo que limita su desarrollo.
Sobre esto, el diario Cuenca Rural, dio a conocer: “En la argentina, el suministro al animal de una mezcla mineral rica en fósforo es una práctica muy propagada con buenos resultados, pero el mejoramiento del campo natural con fertilización fosfórica ha sido muy poco valorada. Teniendo en cuenta que mediante la segunda alternativa se puede mejorar la performance de vacunos en recría, técnicos INTA Mercedes, de la Agencia Curuzú, productores y empresas privadas como NIDERA efectuaron un proyecto a 5 años con el fin de evaluar el efecto de la fertilización fosfórica sobre la cantidad, calidad y estabilidad del campo natural y la producción animal. Para poder llevarlo a cabo, en el año 2000 se identificaron 5 sitios de campo natural representativo de la zona y en cada uno se establecieron dos áreas comparativas similares de 15 hacada una. En una de las zonas se establecieron potreros de campo natural testigo y en la otra potreros fertilizados, o sea, el campo natural que recibió 150 kg/ha de superfosfato cada año, durante los tres años posteriores”.
Además informó: “En el mes de abril de ese año, se ejecutó un muestreo de suelo por sitio para determinar estado de fertilidad de cada potrero y un muestreo de vegetación para determinar la disponibilidad de materia seca (MS) y la composición botánica; luego se procedió a la fertilización. Con los datos obtenidos de disponibilidad de MS se determinó la carga animal del testigo en cada sitio, utilizaron terneras de destete que se ingresaron en los meses de mayo y junio. Asimismo se les asignó una carga de aproximadamente un 30 % mayor a los potreros fertilizados, teniendo en cuenta los antecedentes de la respuesta del campo natural a la fertilización fosfórica”.
“La finalización del muestro fue realizada a fines de 2001, cuando las vaquillas recibieron servicio. Durante todo el año se fue analizando la determinación del peso de los animales cada 30-45 días y a todos se le suministró una mezcla mineral a discreción. En el mes de febrero y mitad de marzo se efectuaron pastoreos intensos en todos los sitios para tratar de eliminar el sobrante de disponibilidad de MS del año anterior y posteriormente realizar un descanso. En el mes de mayo se emprendió el pastoreo en los cinco sitios de la red”.
Para más información entra al sitio http://www.cuencarural.com/agricultura/73539-mejoramiento-de-campo-natural-en-curuzu-cuatia-corrientes/
Fuente: Cuenca Rural
Cinc en la Argentina
Desde el Servicios Técnicos de NIDERA, a cargo de Marcelo E. Palese, dio a conocer sobre la carencia del cinc en la argentina y como lograr recuperarlo. “El cinc es un reconocido micro-nutriente de trascendencia en alimentación superior. Su importancia como un mineral-nutriente en los cultivos reside en la ayuda que le otorga, por un lado a la síntesis de proteína, por el otro a la fotosíntesis”.
Palace comunicó que: “Las auditorías de las últimas dos décadas en el 80% de los suelos de las provincias de Santa Fe sur, Buenos Aires norte y oeste, y sectores confinados de Entre Ríos, indican que los niveles de cinc como mínimo son un 50% menores que en algunos de los suelos del mismo campo que jamás fueron destinados a agricultura. Una de las causas de la merma es la tendencia de aumentos de rendimiento para el cultivo de maíz de las últimas campañas que marcan sin dudas la necesidad de re-chequear los diagnósticos de necesidades nutritivas, ya que usualmente se limitan al de nitrógeno, fósforo, azufre y más restringido para potasio. Otra de las causas puede ser por una hiper-nutrición fosfórica, anoxia inter-coloidal, fijación del cinc a las arcillas, o formación de hidróxidos insolubles entre otras”.
Sobre los indicios de esta falta, explicó: “En el cultivo de maíz, la sintomatología inicial es en las hojas nuevas, y su carencia es conocida como “yemas blancas”. Asimismo, las hojas presentan bandas amarillentas paralelas a la nervadura central”. Además agregó:“El avance en la sensibilidad de la aparatología de laboratorio permite realizar diagnósticos prematuros en hojas para conformar una matriz de corrección entre nutrientes de lectura baja –sea en ppm. o ppb-.; que dará mayor certeza del rango crítico y la relación con el índice que arrojó en suelo”.
Finalmente, El encargado del servicio técnico de NIDERA explicó la manera de sustentabilidad más apta: “Para sostener el nivel y/o incrementarlo es necesario acudir al aporte por medio de fertilizantes y los tratamientos variarán según sea preventivo, correctivo o complementario”.
Las vías de aplicación a suelo pueden ser:
*Cobertura total –de 15 a20 kg/ha- logrando una residualidad de al menos tres campañas elevando así la tasa de disponibilidad, para luego realizar un aporte de menor cuantía en la línea junto al fosfato, o sulfato.
*Otra fuente puede ir junto a la siembra –de 3-5 kg/ha - con el fósforo en cualquiera de su constitución por la flexibilidad en la compatibilidad de las mezclas, entre ellas las Pampero.
*La complementación por suelo puede ser al estado de ocho hojas con bajadas para aportar nitrógeno como Labrador N al que se le adiciona cinc para que cubra la demanda hasta pre-floración.
*La complementación foliar puede ser en estado vegetativo cuando alcance las 6 (seis) hojas y en pre-floración, las dosis varían según sean sales o materiales complejos.
*En suelos de perfil complejo y donde no se podrá bajar la tasa de aporte de fósforo, es factible una práctica más contemporánea que es la de revestir la semilla, llamándola nutrición seminal. Cualquiera de las vías de aplicación pueden marcar diferencias de rinde entre el 8% y 15% versus las no aplicadas. Debe considerarse según el híbrido, “el genoma nutricional”, ya que algunos poseen una avidez superior por el elemento cinc, situación similar para las líneas en su constitución”.
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