Pirlo de Félix


Mi psudónimo para escribir cuentos, relatos breves y artículos de opinión propia es pirlo de félix básicamente escribo articulos ensayando en prosa.

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La inspección de trabajo según Pirlo de Félix

Publicado a las 09:45 AM - 16/6/2010

Allá el inspector de trabajo y  su conciencia por Pirlo de Félix

 

 

Sí es cierto que en toda España existe una gran crisis laboral y económica esto afecta al empleo y al poder adquisitivo de todas las familias  en todos los lugares y en todos los hogares. También es cierto que es ilegal trabajar y cobrar una prestación, pero cultivar un huerto y ser objeto de una denuncia raya lo irrisorio y lo burlesco dentro de un estado que se rige por una constitución, ya que un jubilado puede con su tiempo libre tener una ocupación que le agrade y le ayude a llevar su día a día de una manera mas armoniosa consigo mismo. No sólo de comer vive el hombre.

 

A estos problemas económicos y laborales se une el del inspector de trabajo, que anda buscando entre los jubilados, pensionistas y personas desempleadas al estafador que cobra una prestación y además trabaja y cobra por otro lado. La constitución en particular y todas las leyes del ordenamiento jurídico en general, sólo están escritas corresponde al personal de la administración pública el deber de interpretarlas.

 

Es la solidaridad entre las personas el mejor ministro de economía, ya que puestos de trabajo en este país siempre hay pocos, y lo poco de un país debe de ser economizado, para que haya para todos por igual.

 

Parece ser que a Juan Trompetilla desempleado de larga duración lo denunciaron una tarde de domingo por tocar su instrumento  musical en un local social de jubilados. Apareció sin previo aviso el inspector de trabajo y le pidió el contrato laboral a Juan Trompetilla por tocar en el local social, una vez allí el inspector de trabajo le pidió la factura que tenía que hacerle a los jubilados, además de preguntarle y pedirle encarecidamente que justificara su pago a la seguridad social por la labor de músico.

El inspector de trabajo le dijo:

 

-“O pagas a la hacienda pública por tocar la trompeta los domingos o te das de alta como músico autónomo,  hacer las dos cosas  a la vez no está permitido en España”.

 

El local de jubilados está situado en la parte más escondida de esta  ciudad,  nunca pensando en el  baile del domingo por la tarde cuando aparece el trompetista para tocar su instrumento, eso se entendería como premeditación, la  verdadera razón es que el alquiler por estos lugares es más económico, no lo hacen adrede el contactar con músicos  que estén en el paro para que les alegren el baile de los domingos. Juan Trompetilla tenía la tarjeta de desempleado pero también acudía al hogar de jubilados y pensionistas con armonía era conocido de ellos en un grado de vecindad, la verdad es que el tocaba por gusto, por ver a sus vecinos alegremente bailando.

 

Isidro San Huerto, es muy conocido del local social de jubilados a sus sesenta años, lo han prejubilado del banco donde trabajó durante treinta y cinco años. Aparte de la pensión recibió una carta de la seguridad social diciendo que formaba parte de los jubilados del estado español, leyendo la misma carta entendió que no tiene prohibido  trabajar,  lo que tiene prohibido es cobrar por realizar cualquier tipo de tarea, así siempre que cobre por ello, deberá de indicarlo en la seguridad social para modificar su prestación.

 

La zona marjal de esta ciudad es muy buena para el cultivo de frutas y hortalizas, Isidro tiene un huerto en esta zona heredado de su padre donde desde siempre han cultivado verduras, melones, peras y también tienen una higuera que hace unos higos preciosos y es  allí  donde pasa su tiempo libre, ahora que no tiene la obligación de acudir todos los días al banco.

 

Un día de esta semana  Isidro San Huerto llamó a Juan Trompeta, músico y  amigo de los jubilados que solo trabaja los domingos, cobrando un poco por tocar cuatro horas. Se juntaron ambos y llenaron varias cestas con tomates y lechugas, eran para la ensalada que se tenía que hacer en el local social a finales de esa semana.

 

 Estando llevando entre los dos las cestas con los tomates y las lechugas apareció por el lugar el inspector de trabajo, no se sabe si iba buscando gente parada, o pensionistas trabajando para otro sin contrato, o si alertado por algún vecino.

 

El inspector de trabajo se detuvo delante de la mercancía y apunto estuvo de requisarla si  aquel día Isidro no lleva el certificado del catastro pagado como qué la finca es suya, aún así le preguntó el inspector.

 

- ¿Pueden darme el contrato de trabajo y la factura de este trabajo que están ustedes dos haciendo?

 

Isidro contestó:

 

“Yo no estoy trabajando señor inspector, yo estoy pasando un rato ocioso en compañía de este compañero que no encuentra orquesta, ni lugar dónde poder tocar su instrumento musical, los dos vamos a llevar al local social estas cestas de lechugas y tomates, para hacer una ensalada el domingo que viene”.

 

El Inspector siguió diciendo:

 

“¿Saben que si están parados, o desempleados, no pueden realizar ningún tipo de trabajo por cuenta propia, dirigiéndose a Isidro, o por cuenta ajena, dirigiéndose el músico al que ya había denunciado?”.

 

Isidro San Huerto y  Juan Trompetilla, le dijeron a la vez:

                                       

“No estamos trabajando, ni por cuenta propia, ni por cuenta ajena, estamos pasando este día de un modo muy saludable, sin perjudicar a  ningún otro qué esté en nuestra misma situación, estamos cultivando lechugas, tomates, y otras hortalizas para hacer la ensalada los domingos en nuestro local social, por tener el ocio de cultivar en esta marjal usted no nos puede denunciar”.

 

El asunto de cultivar la marjal y recoger la cosecha terminó así. Isidro San Huerto y Juan Trompetilla conservaron ese día sus prestaciones y no fueron, ni denunciados por robo, ya que se demostró que la finca era de su dueño, ni denunciados por estafar a la seguridad social, ya que estaban realizando una labor llamada ocio. Aún así Isidro aprovechó la ocasión para decirle a Juan

 

-“Menos mal que este inspector de trabajo buscaba ver si lo defraudaba y sólo me ha visto cargando las verduras por que hay días que vengo a cortar las ramas a la higuera. Si me ve con la sierra me denuncia por trabajar estando jubilado”.

 

Juan sonriendo le contestó:

 

-“Sí igual se cree el inspector que estás haciendo  labores de jardinero y  así estás defraudando a Hacienda  además de estar quitando puestos de trabajo”.

 

Llegó el domingo al hogar de los jubilados, comieron, bebieron, hablaron, rieron y después se sentaron a  hacer una partida de  cartas, pasatiempo muy común, en todas las reuniones.

 

Como si las cartas hicieran un olor insoportable apareció el inspector de trabajo.

 

-¿Quién es el tahur en esta partida de cartas? Preguntó el inspector de trabajo.

-¿Quién es el que está trabajando a jornal en esta partida? Volvió a preguntar el inspector de trabajo.

 

Isidro San Huerto le contestó:

 

“Mire usted señor inspector esta es la tercera vez en esta semana que viene a este local social de jubilados buscando a gente que trabaja y no cotiza. Aquí estamos jugando a las cartas así es qué tampoco estamos trabajando”.

 

De los sentados enfrente de la mesa mientras echaban la partida de cartas, tomó la palabra Pedro Marino y le adelantó al inspector.

 

“Yo el lunes me voy al puesto pesquero a pasar el día,  y le advierto que me voy con mi caña, y si pesco algún pez, será por mi paciencia y saber hacer. Ya me adelanto al decirle que no voy a ir a cambiar lo pescado por dinero en la lonja así es qué por el puerto si me ve no hace falta que venga a denunciarme pues solo estoy pasando el día pescando al aire libre, después de estar cotizando como patrón de barca durante cuarenta años, lo de la pesca con caña ahora es una afición.

 

Salió en inspector de trabajo de aquella reunión con la conciencia muy poco tranquila y en su interior se fue diciendo:

 

-“Ahora cuando yo me jubile del trabajo o por culpa del recorte salarial del mes que viene tenga que irme a cultivar mis propias verduras y hortalizas, o tenga que pescar mi propio pescado, o simplemente quiera perder el tiempo jugando a las cartas,  y si me voy una noche a bailar con mi mujer ¡Qué  voy a decir cuando alguien me pregunte!. ¿Seré  yo entonces una persona que defrauda al estado después de treinta y cinco años cotizando?”.


Pirlo sin una vocal

Publicado a las 06:14 AM - 24/5/2010

Pirlo sin una vocal

 

La casa no acabada

 

 Ya ha  pasado todo un año sin papá. Papá no pudo acabar la obra, ahora ya no contamos con papá,   murió por no cuidar su salud .Mamá, viuda, continua trabajando para subir la  casa. Yo apoyo a mamá con la labor diaria para criar  a los otros dos hijos. Yo no salgo nunca, soy minusválido psíquico, vivo  sin trabajar,  toda mi paga va para ayudar a  mamá, y a sus otros dos hijos  Raúl, y Juan Pablo en su vida diaria. Uno trabaja como informático por horas, sin contrato, tan solo abandona nuestro hogar  para ir a programar computadoras, y Juan Pablo, solo  abandona la casa para trabajar cinco horas al día por la mañana como monitor voluntario  cobra una cantidad simbólica por ayudar a nadar a niños  y niñas con discapacidad física.

 

Los cuatro vivimos juntos,  sin papá, la casa vamos  obrando poco a poco Raúl,  gana lo justo para ir tirando y aporta a casa un poco, si no programa computadoras  cuando lo llaman  los conocidos suyos, trabaja como limpiabotas por las plazas cobrando a tanto cada zapato limpio. Mamá, cobra una paga por viuda. Juan Pablo, nos ayuda pintando y alicatando la casa.

 

Juan Pablo, y Raúl, limpian su habitación  todos los días, dan la ropa sucia junto a las sabanas blancas  a maná para lavarlas a mano cada dos días. Toman un baño diario  ayudados con una tinaja con agua y jabón, aún  no hay una ducha ni grifo, toman una infusión por la mañana con algún trozo de pan tostado. Los dos van a trabajar andando,  los dos pasan sin usar su automóvil, no hay ningún lugar próximo a casa para aparcar, ni parkings gratuitos, quitan todas las plazas para aparcar los autos y  colocan  balizas a cada paso o  un pilón  a cada dos pasos  dificultando así aparcar hasta a la policía o a las ambulancias.

 

 Con sus ahorros,  Raúl ha comprado un monopatín  para circular por la capital   y Juan Pablo anda con una bici. Ambos circulan sin contaminar, ni polucionar más la ciudad,  no lanzan ningún gas tóxico, ni originan más caos circulatorio a la capital. Ahora   logran aparcar rápido su bici y monopatín y  ahorran mucho por no gastar gasoil para ir a trabajar.

 

Los dos  juntos y yo aportamos para la casa algunas ganancias, mamá con la paga nos ayuda comprándonos la ropa. Mama  trabaja  todos los días como canguro y limpiadora para varias casas con familias algo más acomodadas. Mamá, va andando y cruza toda la capital  a paso rápido mirando por  si hay algún anuncio laboral u otra casa para limpiar. Mamá trabaja sin  un contrato laboral,  no cotizan, no cobra una nómina. Trabaja todos los días,  cuantas más horas trabaja, más horas cobra, no libra,  ni los sábados, ni los domingos.

 

Mama cobra dos pagas, una sin control fiscal y la otra por viuda. Ahora vamos a comprar una mampara, un plato y un grifo para la ducha Juan Pablo, lo instalará todo, así sin mucho gasto pronto Raúl y Juan Pablo podrán tomar  una ducha por la mañana.

 

Con todos los minutos diarios ganados aparcando la bici y ahorrando un poco cada día Juan Pablo, y programando computadoras y limpiando botas Raúl, han  podido comprar un  ciclomotor  y unas placas fotovoltaicas. Si funciona su ciclomotor fotovoltaico,  sólo con la luz solar, los chinos lo  copiaran y  lo fabricaran a modo industrial.  Así, con las ganancias,   mamá y yo  vamos a obrar toda la casa hasta acabarla, y Juan Pablo podrá construir una masía con vistas panorámicas a la montaña con una piscina y Raúl una villa próxima al mar  con varias  plazas para parking. Gracias a la iniciativa Raúl y Juan Pablo, trabajarán para la compañía china  muchos años con un contrato laboral y una paga fija.

 

Mamá trabajando como una hormiguita ha podido subir sola una casa y  a una familia.

 

 

 

 

 

 

 

 

 



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