Experiencia Comunitaria de colaboradores de Fundación Corriente Cálida Humanística en el merendero PROVIDA de Merlo, Pcia. de Buenos Aires.
Testimonio de Estefanía Fernández:
“ A diferencia de las otras me siento que aprendí a divertirme, me permití ser en muchos momentos un niña más, a sacar lo mejor que tengo para dar y a dejar la impotencia y el enojo por ver sus carencias para después; asi es hoy mi visión de vida.
Cuando ingresé por primera vez al merendero, los nenes me miraban y me estudiaban, pero con el pasar del tiempo me fui integrando y de apoco me dieron su confianza y su respeto y tuve que ser paciente, entenderlos y comprender lo que desgraciadamente les toca vivir a cada uno de ellos y a sus familias.
Cristina Sanchez. mi experiencia en el merendero fue hermosísima, en lo personal no fue mi primera vez, he tenido varias como colaboradora, pero esta fue diferente a todas. Quizás porque me tocó compartirla con gente con la cual estoy muy conectada emocionalmente y trabajar en conjunto fue altamente enriquecedor para mí. A medida que nos fuimos conociendo, aprendiendo sus nombres, escuchando alguna cosa que podían contar de sus casas, empezaron a sentirse protagonistas y a valorar lo que hacía. Algunos de hecho se enojaban cuando algún compañero se portaba mal o me contestaba mal, porque significaba que habían empezado a quererme, a sentir que estaba en el camino correcto.
Lo que me llevo es haber aprendido varias cosas, tanto de mí como de ellos, que a pesar de todo siempre sonríen, cosa que los adultos deberíamos copiar más seguido. Me voy con el corazón contento porque tengo la certeza de haberme entregado y de dar lo mejor de mí. Le agradezco profundamente a la Fundación Corriente Cálida Humanística y especialmente a Cristina Sánchez.