Critina Sanchez comparte el testimonio de experiencia comunitaria de Valentina Banchio
Estoy infinitamente agradecida con la visión de vida de Cristina Sánchez por darme la posibilidad de vivir esta experiencia inolvidable. 
Cuando  miraba de afuera a las personas que prestaban ayuda al comedor, me  causaba cierta admiración y yo pensaba por dentro que debían ser seres  especiales que ya nacían con esa entrega a quienes lo necesitaban. 
Después  de  meses de vivir en carne propia y de pasar por esta experiencia me  pude dar cuenta que me encontré con un grupo de seres tan humanos y tan  necesitados, no solo de necesidades básicas sino de afecto. Ahora siento  que con lo poco que les pude ayudar, me devolvieron tanto pero tanto  amor que llenaron mi corazón. 
Aprendí a valorar todas y cada una de las cosas que me rodean y el significado de las mismas. 
Ver en sus rostros, sonrisas, gestos de agradecimiento y de alegría fue lo más gratificante para mí. 
Hoy  me voy con un recuerdo imborrable en mi mente y en mi corazón, del amor  que pude brindarles y del que me devolvieron cada uno de ellos. Gracias  Fundación Corriente Cálida Humanística! 
 
  
Cristina Sánchez comparte el testimonio de experiencia Comunitaria de Mariana Garibaldi
Experiencia Comunitaria de Mariana Garibaldi, colaboradora de la Fundación Corriente Cálida Humanística en el Hogar de Ancianos San Martín de Morón, Provincia. de Buenos Aires: 
Esta experiencia marcó un antes y un después en mi vida.  En lo personal fue muy duro ingresar a un lugar sintiendo tanto miedo o  malos recuerdos y muy satisfactorio salir alegre y llena de amor. Los  abuelos del Hogar lograron darme el coraje que nunca había tenido, ni  bien ingresé, cada uno de ellos, a pesar de su situación física me  saludaron amorosamente como si fuera de su propia familia. De inmediato  comencé a distinguir personalidades diferentes, divertidas, soñadoras,  introvertidas, compinches, serviciales. 
Compartimos costumbres que  hice propias y hoy extraño. Paseos por el parque, largas charlas, mates,  etc. Nos divertimos con juegos de mesa, anécdotas, conocí sus familias y  recibí agradecimientos hermosos por mis momentos con ellos. 
Construí relaciones sinceras y eternas. 
Conseguí dejar atrás mis miedos y angustias gracias a sus cariños. 
En  el tiempo que estuve allí, aprendí lo que significa la soledad. Cuanto  podemos ayudar al otro, con solo mirarlo a los otros, aprendí a escuchar  y dejarme sorprender por personas desconocidas hasta entonces. 
Este  crecimiento personal me ayudó a ver diferente el camino a recorrer,  esta vez sabiendo lo importante que es para el otro el apoyo y la  presencia de uno. 
Agradezco a la visión de vida de Cristina Sánchez  la posibilidad que me dio de conocer gente tan hermosa, sabia, cariñosa  y dispuesta a dar amor a cada instante y en cualquier circunstancia,  esa es una de las enseñanzas más fuertes que voy a recordar siempre. 
 
  
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