Cristina Sanchez junto a la Fundacion Corriente Calida y Humanistica

Fabulosa experiencia de Hector Benavidez junto a Cristina Sanchez

Experiencia Comunitaria de Héctor Benavidez, colaborador de la Fundación Corriente Cálida Humanística en el comedor Sagrado Corazón de Jesús de Morón:

“Disfruté mucho de este tiempo en el Comedor, fue hermoso y esta experiencia se la debo a Cristina Sánchez que me llenó el alma y va a ser algo para toda mi visión de vida. Comencé a tocar y todos empezaron a aplaudir, luego se levantaron a bailar, a cantar y yo gozaba de cómo lo estaban disfrutando.

Lo que más me sorprendió que esta revelación, no fue un proceso sino que se produjo en un instante, cuando fui a tocar el saxo por primera vez. Me ubiqué y me sorprendí de cómo me miraba la gente, del entusiasmo que tenía y tal vez también asombro.

 Se acercaron a felicitarme y me agradecían la alegría que había generado en el lugar. Me dijeron que por un rato, se habían olvidado de los problemas que tenían en la vida.

Ahí sentí una sensación increíble, había generado un cambio en otra persona con algo que a mí no me costaba nada. Mi experiencia en el Sagrado Corazón de Jesús, me ayudó mucho para tener más confianza en mí, para entender que podía hacer un cambio en la gente desde el corazón, y transmitir mi amor.  ”

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Cristina Sanchez continua recibiendo calidas palabras

Experiencia Comunitaria de colaboradores de Fundación Corriente Cálida Humanística en el merendero PROVIDA de Merlo, Pcia. de Buenos Aires.

Testimonio de Lucia Gallelli:
“Ahora soy muy feliz de haber vivido esta maravillosa experiencia, junto a excelentes personas acompañando, desde los compañeros en el comunitario hasta los responsables de la Fundación Corriente Cálida Humanística, y por supuesto Cristina Sanchez, los que desde atrás coordinan esta excelente labor, excelentes tareas solidarias en cada comunitario. Muchas personas poniendo todo de sí para lograr un mismo objetivo: Brindarse por completo hacia el otro para lograr un vínculo de amorosidad enorme sin esperar nada cambio, sin recompensa alguna, solo permitiéndose el bienestar de haber hecho una diferencia en el otro y en la suya, transformando nuestra visión de vida.

He pasado por varias experiencias de labor comunitario, tanto en iglesias, merenderos, hogares, etc. Pero debo admitir que ninguna como ésta. Acompañado de un inmenso grupo que abrió su corazón para darle todo el amor posible a esos “pequeños y locos ojitos”, que nos esperaban ansiosos cada domingo y mientras escribo estas palabras me vuelvo a emocionar una vez más, al darme cuenta todo lo que hemos logrado para que eso ocurra. Que esos hermosos seres nos despidan con un “por favor, vuelvan… Los vamos a extrañar mucho”, me hacen deberme a pensar que realmente valió la pena.
Gracias Cristina Sanchez!!! Son seres especiales, que necesitan de muchas cosas, desde lo material, pero sobre todo “amor”… Y te necesitan a vos… que nadie se pierda esta inolvidable oportunidad.
Cada uno desde su lugar puede hacer mucho, pero en conjunto se logra más, eso también lo aprendí.”

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