Con mucha sustancia

Que sea entrecomidas, que combata una tentación, que acompañe otro alimento, que complete la tarde o seduzca a la mañana… nada es excusa para que sea sin conciencia. Sanat pone al snack un valor real de cuidado alimentario sin perder la escenia de disfrute.
El tentenpié de la media mañana, el picoteo de entre horas, el aguante hasta la comida principal, el bocado goloso, la distracción de media tarde, la merienda propiamente dicha o la compañía del café, el entremés durante el recreo o la salvación cuando el hambre arrecia… los snack son parte de la vida cotidiana. Se trata de un término de origen algosajón para definir un alimento ligero o bocadillo que se ingiere entre las comidas principales y que, en general se supone de poca sustancia.
Se cree que la palabra proviene del término del inglés medieval «snak» o «snake», una variante de «snakke» o «snacche» : mordida, bocado, mordisco. También cuenta con similitudes del término neerlandés medieval «snacken», que se usa para referir tanto a moridsco, como a castannetear los dientes.
Existen registros del uso del término tal como lo conocemos hoy desde 1402, aunque más asociado a mordisco. En 1802 se detecta el primer caso en que se lo utiliza bajo la idea de tomar un alimento.
El producto es asociado habitualmente a consumos altos en edulcorantes, conservantes, saborizantes, sal y sabores especialmente diseñados (como en las papas fritas condimentadas). Pero las cosas pueden ser distintas.
Produciendo impacto

Sanat, sabores naturales, nace en el seno de una familia, que respeta y practica la alimentación natural. El crecimiento logrado a través de la profesionalización, la investigación y el esfuerzo, les permitió atender las demandas y mejorar su desempeño. Con la incorporación de esta nueva generación ha tomado nuevo vuelo.
Cuenta con una gama de 11 productos totales, envasados en dos gramajes 180g y kilo. Galletitas dulces (avena y coco, algarroba y sésamo, sésamo, chía y girasol), galletitas dulces sin azúcar (chía y limón, pasas y lino), marineras (con semillas de sésamo o semillas de chía), grisines saborizados (tomate, hierbas y multisemillas) y alfajores de algarroba.
Elaboran productos de formulación propia (recetas únicas), sin conservantes ni aditivos químicos, apto para veganos con ingredientes nutritivos y saludables. Obtienen un sabor innovador sin manipulación artificial del producto, el sabor lo da el ingrediente directamente.
Las materias primas se combinan en el área de armado según la receta. Se utiliza amasadora para mezclar. En el caso de las dulces la masa se moldea en biscomatic, para finalizar en fuentes que van directamente al horno. Las marineras se laminan y moldean con cortantes, se estiban en fuentes para su horneado. Los grisines se moldean en grisinera automática, para pasar en fuentes directamente al horneado. Al enfriarse todos los productos se envasan en bolsas apropiadas, se cierran y comercializan.
Cuando apostaron allá hace más de una década, lo hicieron con los valores que hacen de las empresas proyectos de impacto: sueños realizables, paciencia infinita, seguridad es producir aquello que desearían comer. Con todo ello, alcanzaron vuelo propio, con evolución hacia nuevas ideas e imponiendo un concepto que reversiona la idea original: el snack puede ser liviano, pero no ligero en importancia.