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Esquina, barrio y sabor

Por Flavia Tomaello, https://flaviatomaello.blog/, Instagram @flavia.tomaello

La competencia parrillera es alta. El saber popular es mucho. Sin embargo, hay un espacio que se gana su lugar con toques de originalidad que le ayudan a sobresalir. A Raja Cincha, bien de barrio, tiene todo el encanto que se necesita.

Una vereda grande, donde el restaurante se derrama como en una sala acogedora y más allá. Ese mismo sitio con antepasados de grandes historias y riqueza de barrio. Un interior propicio donde encontrar cobijo de las inclemencias del tiempo sin perder contacto con el afuera. Un ámbito para gozar del aire libre. Con cierto tono de glamour de asado nacional, acompañado de rusticidad genuina, las instalaciones sugieren, desde la primera mirada, un encuentro distintivo con las carnes.
Es como si en A Raja Cincha te recibieran en casa. Un sitio que se animó a repensar un clásico argentino con esencia de bodegón e inspiración que no se queda sólo en la estética, profundiza también en la carta.
El presente lo preside una gran carta. Las entradas seducen con tradiciones reversionados. Están todos los clásicos y llegan de a uno.

Todo, siempre, se ve abundante. Hay que ir con amigos o llevarse el resto para casa (no te va a costar nada y te vas a sentir feliz de la ración doble). Las pastas son gloriosas. El asado sale crepitando y casi que no entra en la mesa. La pieza de carne que elijas va a estar buena.
Las pizarras son tentadoras y te cuentan la especialidad del día, pero esmerate en darle una leída a la carta. Te va a seducir.
Los postres se ganan su lugar. Al partir, el saloncito rico acompaña para el regreso. Buen paseo, amable espacio, atención correcta, corazón contento. Ganas de volver.