Una forma de oración

Por Flavia Tomaello, https://flaviatomaello.blog/, Instagram @flavia.tomaello

Fra Angelico. Restauración de La Virgen de la Humildad
Del 19 de diciembre de 2022 al 12 de diciembre de 2023
Museo Nacional Thyssen-Bornemisza

El Museo Nacional Thyssen-Bornemisza presenta Fra Angelico. Restauración de La Virgen de la Humildad, una instalación especial en torno a esta obra maestra de la colección que acaba de ser restaurada. El montaje se exhibe en la sala 11 y muestra los resultados y las conclusiones del trabajo realizado.

Durante los últimos meses, los restauradores han desarrollado un complejo proceso de estudio técnico, que ha incluido la identificación de los materiales que componen la obra y la realización de análisis químicos e imágenes técnicas, como radiografías y reflectografía infrarroja. Con esta investigación previa, han podido conocer el proceso creativo de Fra Angelico y obtener la información necesaria para acometer la restauración con rigor y respeto hacia la obra, que se expone ahora junto a dos instrumentos similares a los representados por el artista en manos de los ángeles que acompañan a la Virgen y al Niño y un vídeo explicativo de la intervención llevada a cabo por el equipo de restauración.

Tras su presentación en Madrid, el cuadro regresará al Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC), donde se exhibe habitualmente como parte del depósito del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza.

Este proyecto ha sido posible gracias al apoyo de Bank of America, que lo ha incluido en su programa Art Conservation Project como receptor de una de las 19 ayudas internacionales otorgadas en 2022 para la restauración y conservación de obras de arte.

Guido di Piero da Mugello, conocido como Fra Giovanni da Fiesole o, más popularmente, como Fra Angelico (Vicchio, hacia 1395/1400-Roma, 1455), ingresó en el convento de San Domenico entre 1418 y 1421, poco después de haber iniciado su actividad artística como miniaturista. Comenzó a pintar trípticos y tablas de arte sacro y, a principios de los años 30, ya gozaba de un reconocido prestigio, siendo considerado uno de los grandes pintores de Florencia. Sus pinturas religiosas estaban concebidas para la devoción de los que las contemplaban y para el propio pintor, que consideraba su trabajo como una forma de oración.

La Virgen de la Humildad (hacia 1433-1435) representa a la Virgen con el Niño y pertenece al inicio del periodo de madurez del artista. La obra está repleta de detalles simbólicos, como las azucenas que aluden a la pureza de María y las rosas rojas y blancas que hacen referencia a la pasión de Cristo. Frente a la frontalidad y al uso del dorado típicos del siglo anterior, Fra Angelico introduce en esta obra un tipo de luz y una paleta de colores que suponen una novedad adoptada durante el Quattrocento. Además, recurre a técnicas con las que ya había experimentado en otras pinturas, como la realización de incisiones que le ayudan a crear las texturas y los volúmenes de los paños.

La tabla formó parte de la colección del rey Leopoldo I de Bélgica y, entre 1909 y 1935, de la colección Pierpont Morgan Library de Nueva York. En 1935 fue adquirida por Heinrich Thyssen-Bornemisza y, tras su muerte, fue su hija, la condesa Margit Batthyáni, quien la recibió en herencia hasta que su hermano, el barón Hans Heinrich Thyssen-Bornemisza, se la compró para su colección en 1986. Es una de las obras maestras de la colección Thyssen y solo se ha podido ver en tres ocasiones en el museo de Madrid (en 2006, en 2009 y en 2021), ya que forma parte de las casi 80 obras de las escuelas italiana y alemana depositadas desde 1992 en Barcelona, primero en el Monasterio de Pedralbes y, desde 2004, en el MNAC.

Estudio técnico y restauración

El objetivo de la restauración de La Virgen de la Humildad era recuperar la atmósfera general de la pintura, restableciendo la sutileza de las carnaciones y la delicadeza de las texturas creadas por Fra Angelico. El equipo de restauración ha conseguido además devolver el equilibrio y la profundidad de la obra, mostrándola con una apariencia mucho más cercana a su estado original.

El trabajo realizado ha desvelado aspectos muy interesantes sobre la pintura: desde cómo fue concebida hasta cómo trabajaba el artista, descubriendo un procedimiento pictórico exquisito.

Fra Angelico era metódico y minucioso, capaz de trabajar los materiales de una forma magistral. Dibujaba primero a pincel y, sobre él, realizaba incisiones que le permitían no perder la referencia cuando aplicaba la capa de pintura. Las imágenes técnicas muestran además que existen pocas diferencias entre el dibujo preparatorio y la obra final, apenas unos centímetros en la ubicación de ciertos elementos, como en los ojos de la Virgen o las alas de los ángeles.

Su técnica de aplicación del temple es compleja ya que, para aportar luminosidad, pinta rayas muy finas, en tonos más claros como blancos, amarillos y verdes, con las que modular la luz, como se puede apreciar en las mejillas sonrosadas de la Virgen y en las túnicas de los ángeles. Además, emplea unos pigmentos de gran calidad que han resistido el paso del tiempo.

El artista realiza los dorados con pan de oro de una pureza y un grosor considerable, que aplica sobre una capa de arcilla roja o “bol”. Las incisiones se distinguen sobre todo en los nimbos, en el paño de honor, sostenido por los ángeles, y en el trono de la Virgen. Las carnaciones, por su parte, las remata con una delgada línea roja que resalta el volumen, visible tanto en manos como rostros.

Marco

El marco de la obra, de estructura arquitectónica, con arco de medio punto, friso y pilastras, también ha sido objeto de estudio y restauración. Gracias a las radiografías realizadas, se ha podido comprobar que está armado a partir de restos de otros marcos antiguos, unidos sobre un armazón. Fechado a principios del siglo XX, su madera se presenta estable, por lo que solo se ha procedido a su limpieza. Es probable que la decisión de dotar a la obra de un nuevo marco coincidiera con la colocación de un embarrotado en la trasera para estabilizar la tabla, soporte de la pintura.

Instalación

La Virgen de la Humildad se presenta ahora en una original instalación circular que muestra en primer lugar la trasera del cuadro, obligando al visitante a rodear el montaje para contemplar la pintura. En la sala se exhiben también un laúd y un órgano de mano, reproducciones de los instrumentos antiguos que portan los ángeles músicos que Fra Angelico coloca a los pies de la Virgen. El laúd, prestado por la Generalitat Valenciana, está inspirado en el representado en el fresco Los ángeles músicos (1472) de la catedral de Valencia y el órgano de mano pertenece a una colección particular.