08/08/2006 - Buenos Aires (EFE).- "Quiero pedir celeridad para todos los casos que están en la Justicia, pero en especial para los juicios que se llevan adelante contra represores por violaciones a los derechos humanos", sostuvo el mandatario durante un acto realizado en la Casa de Gobierno.
"Los veo un poco lentos. Los llamo a no tener miedo, a avanzar", señaló en alusión a los jueces que tramitan causas relacionadas con la represión ilegal del régimen militar que gobernó al país entre 1976 y 1983.
En su discurso, Kirchner destacó que el año pasado la Corte Suprema de Justicia declaró la nulidad de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, dictadas hace dos décadas y que habían librado de responsabilidad a más de un millar de represores de la dictadura.
"Queremos justicia, para eso la inconstitucionalidad de las leyes, que es fundamental para el trabajo conjunto de la sociedad", afirmó el jefe del Estado sobre la reapertura de las causas contra represores derivada de la anulación de las "leyes de perdón".
Kirchner hizo estas manifestaciones cuatro días después de que un tribunal de Buenos Aires condenase a un ex policía a 25 años de prisión por la desaparición de un matrimonio argentino-chileno y la sustracción de la hija de ambos durante la dictadura.
La causa contra Julio Simón fue la segunda en llegar a un juicio oral y público tras la anulación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final.
La primera de ellas derivó en un proceso, que comenzó en junio pasado, contra otro ex policía, Miguel Etchecolatz, quien es enjuiciado por el secuestro, la aplicación de torturas y el asesinato de seis desaparecidos.
Kirchner también apeló a la ironía al proponer que se compare el número de militares y civiles involucrados en crímenes de lesa humanidad con la cantidad de cárceles ilegales montadas por la dictadura, que según un informe oficial fueron 488.
"Parece que hubo más campos de detención que represores y que los detenidos se cuidaban solos. Que los que fueron responsables no esperen que vengan otros tiempos que los mantengan en la impunidad como ocurrió en otro momento", advirtió.
Además, el presidente expresó su respaldo a una iniciativa impulsada por la ministra de Defensa, Nilda Garré, para que los represores cumplan sus condenas en cárceles comunes y no en dependencias militares.
"El que los represores estén en cárceles comunes es un proyecto de la ministra Garré que comparto plenamente. No tiene por qué haber diferenciación. Tienen que estar sometidos a las mismas condiciones y sujetos a las mismas leyes", enfatizó.
En referencia a las condiciones especiales de detención que tienen algunos ex militares, Kirchner se quejó de que "algunos siguen siendo tratados como lo que no son". EFE
