31/08/2006 - Buenos Aires - La primera de las demostraciones estuvo encabezada por el ingeniero Juan Carlos Blumberg, quien se ha convertido en un verdadero paladín contra la inseguridad desde que su hijo Axel, de 23 años, fuera asesinado en marzo de 2004 por la banda de secuestradores que lo había tenido cautivo durante seis días.
Las otras manifestaciones, convocadas el miércoles pasado para contrarrestar a la anterior, fueron lideradas por el subsecretario argentino de Tierras para el Hábitat, Luis D'Elía; y por el Premio Nobel de la Paz de 1980, Adolfo Pérez Esquivel, con el apoyo del Gobierno y entidades de derechos humanos.
En un escenario ubicado en la histórica Plaza de Mayo y a espaldas de la sede del Gobierno, Blumberg reclamó al presidente argentino, Néstor Kirchner, que "cumpla con su promesa de luchar sin cuartel contra la delincuencia".
"La inseguridad no se puede esconder debajo de la alfombra", afirmó Blumberg, quien al desmarcarse del supuesto carácter político de su convocatoria, dijo que "la delincuencia no es un problema de la derecha o de la izquierda, sino de todos los argentinos".
En un petitorio que, según Blumberg, el Gobierno no ha mostrado interés en recibir, el ingeniero solicitó la implementación del juicio por jurados, una reducción a los límites de imputabilidad de los menores, la modificación de la prescripción de las causas penales y la creación de un registro genético de los delincuentes.
La de hoy fue la quinta manifestación que convocó el también empresario, quien durante su "cruzada" contra la inseguridad logró que el Parlamento aprobara algunas de sus propuestas para poner coto a la delincuencia.
Entre los asistentes al acto estuvieron varios dirigentes de centroderecha, quienes advirtieron que acudieron a la convocatoria como ciudadanos y no en apoyo a una posible candidatura política de Blumberg de cara a las elecciones generales de 2007.
Este fue uno de los flancos que utilizó para su ataque Luis D'Elía, quien en un escenario montado a diez cuadras de distancia, frente al Obelisco, tildó de "estafa" al acto de Blumberg por considerar que se trató del lanzamiento de su carrera política.
"Como padre, me da vergüenza que Blumberg use como peldaño el cadáver de su hijo", destacó D'Elía antes de vincular al ingeniero con la secta Moon, a la que calificó de "lo peor de la derecha en el mundo", y con círculos militares responsables del terrorismo de Estado durante el último Gobierno de facto (1976-1983).
"Estos que secuestraron, torturaron, mataron y robaron niños, están detrás de Blumberg. Ellos no quieren seguridad, quieren impunidad para sus delitos atroces", apuntó.
Aseguró que los "innegables" problemas de seguridad que sufre el país no se solucionarán "con penas de muerte y con la construcción de cárceles para pobres y chicos", sino con las políticas que viene aplicando Kirchner.
"Será más justa la sociedad en el camino que recorre Kirchner, un presidente que creó 2,5 millones de puestos de trabajo, que redujo la pobreza el 40 por ciento y que lucha por la justicia social de su pueblo", enfatizó.
A escasos metros de allí se manifestó otro grupo encabezado por Pérez Esquivel, quien se negó a participar en el acto organizado por D'Elía, aunque dijo coincidir con algunos de los objetivos que se proponen.
"Nosotros estamos aquí para decirle no a la política represiva. Los problemas de seguridad no se resuelven con represión, sino con iniciativas sociales", subrayó el titular del Servicio Paz y Justicia.
Según un estudio difundido el miércoles por el Centro de Estudios Nueva Mayoría, el número de delitos creció el 53 por ciento en Argentina en los últimos diez años. EFE