18/06/2009 - La Cámara de Casación Penal de la provincia de Buenos Aires resolvió de forma sorpresiva condenar a cadena perpetua a Carlos Carrascosa por el asesinato en 2002 de su esposa, María Marta García Belsunce, en un caso que acaparó la atención de la prensa y la opinión pública local, precisaron fuentes judiciales.
Los portavoces no descartan además que la justicia ordene la detención de Carrascosa, quien permanece en libertad, aunque el fallo del tribunal integrado por los jueces Benjamín Sal Llargues, Carlos Natielo y Horacio Piombono no se pronunció al respecto.
La Cámara ordenó además investigar a dos personas del entorno de la familia al considerar que "al menos dos individuos más han llevado adelante el hecho con Carrascosa", según explicó el fiscal del caso, Carlos Altube.
El viudo había sido condenado en julio de 2007 a cinco años y seis meses de prisión por encubrir el crimen de su esposa, pero un mes después la Cámara de Apelaciones de la localidad bonaerense de San Isidro dispuso que el empresario quedara en libertad hasta que la sentencia que se le impuso se confirmara.
La primera sentencia a Carrascosa fue resuelta después de un juicio que duró más de cuatro meses y en el que el sexto Tribunal Oral Criminal no halló pruebas suficientes para condenarle como autor del hecho.
Los miembros de ese tribunal habían considerado en 2007 que el marido de la víctima, junto a otras personas, alteró la escena del homicidio, acondicionó el cuerpo, escondió una bala y obtuvo un certificado de defunción falso para evitar la autopsia.
Sin embargo, el viudo había sido acusado de "homicidio calificado agravado por el vínculo" por la fiscalía, que apeló el fallo de encubrimiento contra Carrascosa al sostener que él fue responsable del crimen, lo cual fue aceptado ahora por la Cámara de Casación penal de Buenos Aires.
Entre otras irregularidades, María Marta García Belsunce, de 50 años y socióloga de profesión, fue enterrada con un certificado de muerte natural pese a tener cinco impactos de bala en la cabeza.
La mujer fue asesinada en octubre de 2002 en su vivienda de un barrio lujoso de la localidad de Pilar, a 50 kilómetros de Buenos Aires, y su familia atribuyó la muerte a un resbalón cuando estaba en la bañera.
También se consideró extraño que el velatorio tuviera lugar en la misma casa y que la familia intentara por todos los medios, sin éxito, que el cuerpo fuera incinerado.
Un mes después de que fuera sepultada en la Recoleta de Buenos Aires, el cementerio argentino reservado para personas de la alta sociedad, los investigadores descubrieron que la mujer falleció de varios disparos.
Durante la investigación, el fiscal consideró que María Marta fue asesinada por sus familiares y que el móvil pudo ser "dinero ilegítimo del cartel de Juárez", organización mexicana de narcotraficantes. EFE