Loco por la siesta


Loco por la siestaMeses atrás leímos la noticia de la instalación del primer siestario, un lugar pensado para que los porteños hagan un verdadero break en el día. A mi me causó gracia porque yo, todos los días, duermo la siesta. Si, no me envidien. ¿Les cuento?...


   Letras: Ampliar | Reducir

04/04/2011 - Siendo adolescente, allá lejos y hace tiempo, una tarde mi madre me vio vagando, aburrido por el patio y me dijo: “si no tenés nada que hacer, ¿por qué no dormís una siesta?”.

¡Qué hermosa experiencia! Desde ese entonces no paré nunca más.

Y pensando esto acabo de descubrir que, años después, ya casado y con hijos, siempre busqué trabajos que no me obligaran a un horario extenso, o que estuvieran cerca de mi casa, para poder hacerme una corridita y dormir la siesta.

Y si hacía trámites en el centro hasta pasado el mediodía, contaba con otra parada estratégica, el loft de mi tío, cercano a una boca de subte, o el depto. de mi madre, en el que siempre había un cuarto desocupado esperándome para que me recostara entre las 15 y las 16.

Experimentar ese segundo amanecer me ha permitido resolver escenas complicadas de un guión, entender textos de lectura intrincada, mantener buen ánimo para recibir gente a la noche. ¿Y las funciones sexuales?: ¡todo mejor!.

Eso sí, un día me pregunté: ¿habré inventado una nueva adicción?

Pero el susto se me fue rápido cuando viajé por el país dando clases, y descubrí que en cualquier pueblo a las 12 del mediodía se vive una especie de toque de queda, y a las 14 ya no está abierto ni la intendencia ni los Bancos, y con suerte funciona el hospital.

Todo el mundo… “al sobre”.

Los marketineros americanos inventaron el concepto “productivity nap”, que al igual que la música funcional, el aire acondicionado, y las salas de juego en las oficinas, busca mejorar la productividad de los empleados. En este caso, promoviendo que se habiliten habitaciones en las empresas para que el personal pueda acostarse un ratito en ellas.

Sin embargo, gente, la palabra siesta proviene del verbo "sestear" que ya los romanos (de la Roma antigua, la imperial) crearon para designar el descanso acostumbrado en la "hora sexta", el periodo comprendido entre las 14:00 y las 16:00 horas.

Ahora bien, ¿cómo convencer a los empresarios descendientes de Don Pedro de Mendoza que la siesta no es una pérdida de tiempo y mejora la salud y el rendimiento de la gente? . Imposible. Ni aunque les contemos que para todo ser humano, también la siesta significa dos horas menos para hacer macanas. ¿O me equivoco?

 Más: Más noticias:

Loco por la siesta
Buenos Aires Existió
Microcuentos insólitos: Los Amantes
Algo sobre El hombre de los lobos
Microcuentos insólitos: El confitero eterno

 Empresas
 Espectáculos
 Tecnología

Luis Buero para Pergaminovirtual.com