PolÃtica | Una polÃtica en deuda
Fracaso en Diputados: la sesión de «Ficha Limpia» expone el deterioro de la polÃtica argentina
Una polÃtica en deuda con la sociedad. El rechazo al debate de Ficha Limpia no solo frustra una demanda social por transparencia, sino que revela la desconexión de los polÃticos con la exigencia de un cambio profundo y el fin de la corrupción.
21-11-2024
El intento de debatir el proyecto de Ficha Limpia, que busca impedir la candidatura de dirigentes condenados por corrupción y otros delitos graves, fracasó por falta de quórum en la Cámara de Diputados. La sesión, impulsada por el PRO, La Libertad Avanza y la UCR, quedó a un paso del debate al reunir solo 128 legisladores, uno menos de los 129 requeridos.
El fracaso es doble: no solo por la ausencia de bloques opositores como Unión por la Patria y la izquierda, sino por las faltas de los mismos impulsores del proyecto, incluyendo legisladores del PRO y de Encuentro Federal. Entre excusas como demoras y justificaciones personales, se desdibujó el compromiso político con una demanda que clama por el fin de la impunidad en la gestión pública.
El proyecto, que propone inhabilitar a los políticos condenados desde el momento en que exista una sentencia confirmada por un tribunal superior, intenta responder a un reclamo social cada vez más urgente: la necesidad de garantizar integridad en quienes aspiran a administrar el futuro de los ciudadanos. Sin embargo, la falta de voluntad política quedó en evidencia.
La oposición denunció el boicot del oficialismo, mientras que el bloque peronista sostuvo su posición de que solo deben inhabilitarse a los condenados con sentencia firme por la Corte Suprema. Más allá de las diferencias técnicas, lo que queda al descubierto es que, frente a una ciudadanía harta de corrupción y exigiendo transparencia, los políticos siguen sin estar a la altura de las circunstancias.
Un lector lo resumió con crudeza: "Yo, para ejercer un hobby como radioaficionado, debo pasar por el Registro Nacional de Reincidencia. ¿Cómo es posible que los políticos no estén sujetos a controles aún más estrictos cuando gestionan nuestro futuro?".
El fracaso de la sesión no solo aplaza un debate clave, sino que reafirma la desconfianza ciudadana hacia una clase política incapaz de ajustarse a los estándares éticos que exige una sociedad que ha dicho basta al robo constante.