Sociedad | Pronóstico
Invierno 2025: Más lluvias y temperaturas normales, ¿Qué anticipa el SMN?
El Servicio Meteorológico Nacional proyecta un invierno con precipitaciones por encima de lo habitual en varias regiones del paÃs y temperaturas medias o levemente superiores a lo normal, dependiendo de la zona. ¿Cómo se predice el tiempo en los sitios de clima?
Hace 2 dÃas.
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) difundió su informe de pronóstico climático trimestral, que abarca los meses de mayo, junio y julio de 2025. Según los datos, el próximo invierno se caracterizará por una mayor probabilidad de lluvias y temperaturas que oscilarán entre los valores normales y levemente superiores, según la región.
En cuanto a las precipitaciones, el norte argentino aparece como el área con mayores chances de lluvias, seguido por la provincia de Buenos Aires, La Pampa y el sur de la Patagonia, donde se espera un invierno con niveles normales de precipitación. En cambio, zonas como el oeste de San Luis y Mendoza se verán afectadas por una reducción en las lluvias, mientras que en gran parte del norte argentino y Cuyo se vivirá la conocida “estación seca”.
Respecto a las temperaturas, el informe indica que en Cuyo y Patagonia, sobre todo en los extremos, se prevé un invierno más cálido de lo habitual. En regiones como el NOA, el Litoral, Buenos Aires y La Pampa, se esperan valores dentro de lo normal o algo superiores, mientras que en Córdoba, Santa Fe y San Luis, las temperaturas se mantendrán en el rango promedio histórico.
Este pronóstico se realiza utilizando una combinación de herramientas complejas: modelos numéricos globales y nacionales, junto al monitoreo de condiciones oceánicas y atmosféricas. No obstante, el SMN recomienda complementar estos informes con alertas tempranas y pronósticos diarios, debido a la variabilidad climática que puede surgir a corto plazo.
¿Cómo se predice el tiempo en los sitios de clima?
Plataformas como OpenWeatherMap, el SMN o AccuWeather se basan en modelos matemáticos que simulan el comportamiento de la atmósfera. Para alimentar estos modelos, se recolectan millones de datos por segundo a través de una red global de fuentes:
-
Satélites meteorológicos, que brindan imágenes en tiempo real y miden la temperatura superficial de la Tierra y los océanos.
-
Estaciones meteorológicas terrestres, que capturan datos locales como humedad, presión, temperatura y viento.
-
Boyas oceánicas, que registran condiciones en alta mar.
-
Globos sonda, que suben a la atmósfera midiendo variables a distintas altitudes.
-
Radar meteorológico, que permite observar lluvias y tormentas en movimiento.
Todos esos datos se ingresan en modelos computacionales (como GFS, ECMWF o ICON), que simulan cómo evolucionarán las condiciones meteorológicas en las siguientes horas o días. El resultado de estas simulaciones es procesado por algoritmos estadísticos que ajustan las predicciones de manera más local y personalizada, según el lugar y el historial climático.
Por eso, aunque los pronósticos pueden variar en cada plataforma, todos se basan en la física atmosférica, datos en tiempo real y millones de cálculos por segundo.