Sociedad | Deceso
Murió Mario Mactas, una voz lúcida que dejó huella en el periodismo argentino
TenÃa 80 años y estaba internado por una neumonÃa. Su estilo único marcó una época en la radio, la televisión y la literatura.
Hace 10 horas.
El periodista y escritor Mario Mactas falleció este sábado a los 80 años en la Ciudad de Buenos Aires, donde se encontraba internado en la clínica Favaloro debido a una neumonía. Su muerte generó una fuerte conmoción en el mundo del periodismo, especialmente entre sus colegas del canal TN, donde dejó una marca inconfundible con su columna “El Toque Mactas”.
Nacido en el corazón porteño, entre Congreso y Balvanera, siempre reivindicó su raíz chacarera: su familia estaba profundamente ligada a la localidad bonaerense de Carlos Casares, donde pasó más de treinta veranos de su infancia. “Me convertí en una persona del lugar, lleno de admiración por la gente de campo”, recordaba con su inconfundible tono pausado.
De joven intentó Medicina, luego pasó por Filosofía, pero fue el periodismo su destino inevitable. Empezó en radio Continental, donde formó vínculos que duraron toda la vida. Fue parte de los equipos fundadores de revistas como Gente y Satiricón, y su agudeza lo llevó a consolidarse como autor de libros exitosos, como Monólogos rabiosos, El enano argentino y Las perversiones de Francisco Umbral.
Uno de los hitos de su carrera fue la dupla radial con Rolando Hanglin, a quien conocía del Colegio Nacional Buenos Aires. Juntos crearon "El Gato y el Zorro", un ciclo sin libretos que pasó por Rivadavia, Radio 10 y hasta fue llevado al teatro. “Cada cual tiene su historia, pero hace años que nos reímos juntos”, recordaba Hanglin sobre esa sociedad que dejó huella.
A lo largo de su vida vivió en España, Colombia y Francia, pero su voz siempre volvió al aire argentino con una mirada original, literaria y reflexiva. Mario Mactas fue un observador inteligente de la realidad, un cronista del absurdo y de lo cotidiano, un hombre que nunca dejó de pensar ni de escribir.
Con su partida, se va una de las plumas más personales del periodismo argentino.