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Onda de robos de cables azota a la CELP: 34 hechos en abril y un mercado negro que deja a oscuras a Pergamino
Los robos se concentraron en diversos puntos de la ciudad, afectando tanto al alumbrado público como a las conexiones domiciliarias.
09-05-2024
Un flagelo que no cesa: durante el mes de abril, la Cooperativa Eléctrica Limitada de Pergamino (CELP) sufrió un total de 34 robos de cables, lo que representa un duro golpe no solo para la economía de la entidad, sino también para la calidad de vida de los vecinos.
Un mapa del delito: los robos se concentraron en diversos puntos de la ciudad, afectando tanto al alumbrado público como a las conexiones domiciliarias. Entre los sectores más damnificados se encuentran:
- Barrancas de Paraná: 2 robos (15 metros de trifásica y 2300 metros de trifásica)
- Francia: 4 robos (60 metros, 1100 metros, 2500 metros trifásica y 2500 metros trifásica)
- Scalabrini Ortiz: 2 robos (700 metros y 50 metros preensamblado)
- 25 de Mayo: 3 robos (35 metros, trifásica y 20 metros trifásica)
- Y otros tantos barrios: repartidos por toda la ciudad, incluyendo Perú, Solís, Manuel de la Fuente, Mazzei, Alberdi, Ruta 8, Moreno, Sabino, Garay, Jujuy, Urquiza, Azcuénaga, Gómez, Liniers y Marazzo.
Un oscuro mercado alimentando el flagelo: los cables robados a la CELP alimentan un mercado negro del cobre que se aprovecha de la necesidad y la indiferencia. Este proceso nefasto se desarrolla típicamente en tres fases: el robo, la venta a recicladoras o chatarrerías clandestinas, y la posterior comercialización en fundiciones para la producción de lingotes, tubos y aleaciones. El material robado se introduce en estas recicladoras clandestinas sin tomar precauciones adecuadas sobre su origen, lo que evidencia negligencia o incluso complicidad en algunos casos específicos.
Las consecuencias del robo de cables: más allá del perjuicio económico para la CELP, que se ve obligada a invertir recursos en la reposición del cableado robado, los robos de cables generan serios inconvenientes para la comunidad:
- Apagones: la falta de cables provoca cortes en el suministro eléctrico, afectando a los vecinos y a la actividad comercial.
- Riesgo de accidentes: los cables rotos o mal manipulados pueden generar cortocircuitos e incendios, poniendo en riesgo la vida de las personas.
- Inseguridad: la falta de alumbrado público en las calles aumenta la sensación de inseguridad y facilita la comisión de delitos.
Un llamado a la acción: la CELP hace un llamado a la comunidad para que colabore en la lucha contra el robo de cables. Denunciando hechos sospechosos a las autoridades y tomando conciencia de las graves consecuencias de este delito, se puede contribuir a un Pergamino más seguro y con mejor calidad de vida.