Viajera y entusiasta

Isla Mujeres es una bellísima localidad del Estado de Quintana Roo, en el sureste mexicano. Forma parte de la fabulosa Riviera Maya, y se encuentra a tan sólo 10 kilómetros de Cancún, uno de los polos turísticos más importantes del mundo. La belleza de sus paisajes naturales, han hecho de la isla uno de los destinos preferidos por el turismo, aquí se concentran, año tras año, miles y miles de viajeros dispuestos a pasar unas vacaciones de ensueños. Existe una gran variedad de hoteles en Playa del Carmen, otro destino fantástico.

En Isla Mujeres confluyen las cálidas aguas del Mar Caribe con las aguas del Golfo de México, y sus playas de arenas blancas y aguas turquesas invitan a descansar y relajarse, alejándose de la agobiante rutina diaria. Es el escape perfecto del mundo cotidiano. En este artículo te contamos más sobre uno de sus grandes atractivos, la Playa Norte en Isla Mujeres.

Pero primero un poco sobre la historia de Isla Mujeres. Su llamativo nombre se debe a que estas tierras fueron, antes de la invasión europea, tierras mayas dedicadas al culto de la Diosa Ixchel, quien es la diosa de la fertilidad, la gestación, la luna, el amor, los trabajos textiles y la medicina. Se la representaba antiguamente como una anciana que vertía cántaros de agua sobre la tierra, o bien como una anciana que trabajaba el telar de cintura. Sobre su cabeza, una serpiente que simboliza la sabiduría y lo oculto, y huesos en forma de cruz adornaban su falda. Debido a que era asociada con la luna, también se la representaba como una mujer joven durante la luna llena, una anciana durante el cuarto menguante del satélite terrestre, y con un ojo cerrado durante la luna nueva. El mes maya zip, que va del 21 de agosto al 13 de septiembre, estaba dedicado especialmente a la diosa, y a sus santuarios, tanto en Cozumel como a Isla Mujeres, acudían peregrinos a adorarla. Además, durante su transición de la niñez a la adultez, las jóvenes mayas acudían en procesión a la isla, dejando como ofrenda figuras con formas femeninas. Es debido a esto que, en el año 1517, cuando la expedición a cargo de Francisco Hernández de Córdoba llega a estas tierras la bautizaron bajo el nombre de Isla Mujeres.

Entonces, mucho antes de que México lograra su independencia, Isla Mujeres perteneció a la gran civilización maya, bajo el dominio del cacicazgo de Ekab, hasta la violenta llegada de los conquistadores quienes rápidamente cambiaron costumbres, tradiciones y sometieron al pueblo nativo. Durante la cruel Guerra de Castas, la isla se convirtió en el refugio de un grupo ecléctico de habitantes. Indígenas que huían de la esclavitud, capitanes de barcos extranjeros e incluso piratas, entre los cuales se destaca el malévolo Fermín Mundaca de Marechaga, originario de la zona que se encuentra entre Francia y España, era agricultor, comerciante, poeta y tratante de esclavos.

Otro dato interesante es que en la década de los años 70 un pescador local, llamado Carlos García Castilla, notó que existía una zona en donde los tiburones entraban, pero de la que no salían. Su curiosidad lo llevó a sumergirse unos 20 metros en el mar para encontrarse con un sorprendente hallazgo. Los tiburones permanecían inmóviles durante horas, con los ojos abiertos, incluso era posible acercarse y tocarlos: estaban durmiendo. Desde entonces a la cueva se la conoce como la “Cueva de los Tiburones Dormidos”, y es un lugar fantástico para practicar buceo en Isla Mujeres. Fue a partir de este descubrimiento que se sabe que los tiburones también duermen, ya que anteriormente la comunidad científica estaba convencida de que estos animales permanecían despiertos de forma constante.

En este marco, Playa Norte es un verdadero oasis, un paraíso de arenas blancas y aguas color turquesa que te dejarán sin aliento. En ella pueden realizarse diversos deportes acuáticos como kayak y snorkel, o simplemente reposar bajo el sol en total paz y tranquilidad, rodeado de un ambiente de gran belleza. Sin lugar a dudas, Playa Norte es uno de los lugares que no pueden faltar en el itinerario de quienes visiten Isla Mujeres. Uno de los puntos más bellos y donde se puede disfrutar de una jornada de sol, arena y mar, algunos tragos y los platos más deliciosos de la cocina local. Además, uno de sus máximos atractivos es la increíble visión del atardecer, donde se puede admirar el horizonte y los colores dorados que bañan las aguas del mar dándole guiños metálicos.