Cuentos de terror

Una mujer

La noche sigue su manera. Los ojos de un hombre también siguen por instinto su blanco. Una mujer. Bastante, el pelo desatado al viento, ata con alambre ese bailam en el tiempo. Recuerdo perpetuo para un ojo vacante. Duélalo, sí, existe, el dolor de la denegación. Por lo tanto lo sigue. No sabe, sino que lo ama. Desde el tiempo más alejado, infancia que juega la cortina de los árboles de los campos andinos. Las frutas cambiaron, distribuido la risa, pero duelen ajuste solo a uno: qué oyó no. Sí, no por siempre, no un inesquecível, el invisible, no obstante alimento del dolor más monstruoso y más agudo. Duela ese Ptolomeu transformado, en un artesano sagacious de la muerte. Tiene hoy una reunión. Se siente que solamente puede ser curado así. Sí, viene cerca el silencio del mórbido de sus pasos y del brillo languid en sus manos. Trae obtiene una daga. Trae en los ojos amó su. Antes si él vuelca, abre su capa, ha cubierto la cara apropiada. Ptolomeu imita la noche, no se anuncia, no llega lento… E el sol que todavía brilló si pone en ese cuerpo. La cabeza lo saca a él. Besa la boca del temblor, un depósito de la adrenalina y pronto dice: ¡Te amo! ¡Te amo por siempre!

10:16 PM - 16/4/2008 - publicar comentario

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Descripción
Frente a las puertas del inferno, historias sobre los cementerios. El muertos quieren hablar com ustedes. En cuentos de las almas vamos encontrar nuestras sombras. Entre las tumbas y los fantasmas viviendo en las noches bielos cuentos de terror...

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