EL TRIUNFO DE LOS BOTONES DE CONTACTO
Por Horacio Velmont

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La Política es el arte de crear botones de contacto
para luego pulsarlos en vísperas de las elecciones
haciéndole creer al electorado que su decisión fue soberana
El triunfo de Cristina al ser reelegida demuestra una vez más que el pueblo elige a los gobernantes según los botones de contacto que ellos pulsen. Es algo así como dos más dos suman cuatro.
No estamos diciendo que pulsar botones de contacto para ganar una elección sea malo, sino simplemente mostramos el hecho científico del por qué la gente vota a determinado candidato y excluye a otros.


Todos los políticos han hecho lo mismo desde los mismos comienzos de la historia. Sin ir más lejos, Nerón, por ejemplo, seducía al pueblo con el circo romano y poniendo a los cristianos como el enemigo que había que combatir. Hitler, por su parte, ponía a los judíos en el mismo sentido. En el reino de Cristina los enemigos son los opositores, que le ponen palos en la rueda. Y así por el estilo. Todos son botones de contacto.

Cuando uno pone en el tapete la pésima elección de Elisa Carrió se da cuenta claramente que los botones de contacto que utilizó no tuvieron efecto. Fue algo así como declamar en el desierto. Y lo mismo puede decirse de los otros candidatos opositores. No elegieron bien los botones de contacto que debían pulsar.

Muchos opositores calcularon que hacer hincapié en cuestiones tales como el enriquecimiento sospechoso de Cristina y de algunos funcionarios de su gobierno serviría para restarle votos, pero quedó demostrado que no influyó en absoluto.

Tampoco influyó en absoluto el hecho de que Cristina vetara el 82 % para los jubilados y que la oposición propusiera llevarlo a cabo. Elegir mal los botones de contacto llevó a la oposición a la ruina.
Fuera de los botones de contacto, las explicaciones que han dado los analistas para explicar el triunfo de Cristina son meros intentos de racionalizar a dichos botones de contacto. Un botón de contacto no puede ser explicado racionalmente porque por definición es irracional.

Un botón de contacto es similar al restimulador de una orden hipnótica. Todas las personas tienen implantadas órdenes hipnóticas, lo sepan o no. Técnicamente estas órdenes hipnóticas se denominan "engramas". Cuando aparece en el entorno el restimulador adecuado (el consabido "botón de contacto") las personas reaccionan de la misma forma que lo hacían los perros de Pavlov. Los perros de Pavlov no reaccionaban a causa de haber sido condicionados, sino porque se les habían implantado engramas, es decir, botones de contacto.


Solamente aquellos que han llegado al estado de "clear", es decir, libre de engramas o botones de contacto podrían elegir libremente, es decir, analíticamente, a sus gobernantes. Mientras los pueblos no sean "clear", sus gobernantes los manipularán como marionetas.



El problema con los botones de contacto es que uno no sabe que los tiene y que es manejado por ellos. Las personas que han votado a Cristina ignoran realmente por qué la votaron. Por supuesto que racionalizarán o justificarán de alguna manera el por qué de su voto, pero en lo profundo hay una orden hipnótica que resulta ser el motor impulsante. Uno de los principales botones de contacto pulsados por Cristina fue la muerte de Néstor.


Precisamente Cienciología tiene, como una de las misiones principales, eliminar los engramas de la mente reactiva y transformar a las personas en "clear". Las personas, al estar libre de botones de contacto, pueden decidir libremente su conducta sin ser impulsadas por órdenes ocultas.

Una de las razones por las cuales se la combate a Cienciología es porque transforma al hombre en un ser libre y autodeterminado. Alquien que es libre y autodeterminado no puede ser manipulado y hay muchos intereses creados que no quieren que el hombre sea libre para decidir por sí mismo.

Desde ya que el hecho de que alguien sea "clear" no significa que no pueda equivocarse. Pero si se equivoca lo será por haber examinado previa y analíticamente todos los datos y llegado a una conclusión errónea, que no es lo mismo que equivocarse porque una orden hipnótica que él no sabía que la tenía lo impulsó a actuar de determinada manera.
De lo expuesto puede deducirse claramente que ni Cristina ni sus seguidores pueden vanagloriarse del triunfo ni los opositores apenarse demasiado por la derrota, porque quienes votaron no estaban en su "sano juicio", aunque por supuesto crean lo contrario.
Al llegar a este punto es probable que muchos se estén preguntando a quién voté yo. ¡Por supuesto que la voté a Cristina! ¿A quién más? Yo nunca dije que fuera "clear"...

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LECTURAS RECOMENDADAS
La mente reactiva automática
http://www.grupoelron.org/autoconocimientoysalud/lamentereactivaautomatica.htm
Cristina y los botones de contacto
https://www.pergaminovirtual.com.ar/blogs/enigmasdevelados/11638/Cristina+y+los+botones+de+contacto.html
Carta abierta a Elisa Carrió
https://www.pergaminovirtual.com.ar/blogs/enigmasdevelados/11644/Carta+abierta+a+Elisa+Carri%F3.html
Los locos K
https://www.pergaminovirtual.com.ar/blogs/enigmasdevelados/12355/Los+locos+K.html
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