KARAKTER

    Vimos a este padre que ante el rechazo de la madre de casarse con él y por ende, darle el apellido a su hijo, sólo puede estar presente en el lugar del acreedor, amarrándolo todo el tiempo al instaurarle una deuda eterna.

    Vímoslo azuzar a su hijo a que desafiara su autoridad, para que no fuese un sometido. Sometido totalmente al deseo materno.

    Vimos a este hijo odiar a su padre, PERO… no poder vivir sin él. Vimos como lo buscaba y necesitaba, incluso confiesa “aún cuando hace tiempo que no sé de mi padre, no puedo quitarlo de mi mente, a diario pienso en él”.

    Vímoslo totalmente avocado a realizar el deseo materno, tan enceguecido por llegar a la meta que no puede ver el amor que se le presenta.

    Vimos el encuentro final y terrible entre el padre y el hijo, en que por fin y por último, logra el padre que su hijo se relacione con él de igual a igual: Dos hombres adultos peleando sin piedad. Es ahí y entonces cuando el padre sabe que su objtevio como padre había sido alcanzado: Haberlo hecho hombre. Ahora sí podía firmar su carta como “papá”.

Ps. Maria Nela Dombronsky
Cel:55 13 725 065

KIKUJIRO

    Vimos a Masao con sus pequeños 9 años, queriendo saber acerca de sí mismo, sus orígenes, su futuro. No acepta las explicaciones que le dan y sale al mundo a buscar respuestas.

    Vímoslo irse en busca de su madre, único camino posible para estructurarnos como humanos. Sólo a través de la madre llegaremos al padre, para servirnos de él, ir incluso más allá del padre para encontrar nuestra propia identidad. Camino duro si los hay, y muchos sólo quedan en el intento.

    Vimos su recorrido acompañado por un hombre cumpliendo una función paterna, que pasaba de padre imaginario a símbolico o real de acuerdo con la mirada de Masao.

    Vimos el dolor del niño ante la confrontación con la castración materna: No era perfecta como él la había idealizado, una mujer común con diferentes intereses.

    Vimos la aceptación d esta realidad no sólo por parte de Masao sino también d Kikujiro, quien decide ir a ver a su propia madre anciana diezmada por la demencia, que no lo reconocerá pues tiene la mirada perdida en el tiempo, pero aún así Kikujiro la mira, acepta y calla.

     Vimos, en definitiva, a estos dos seres recorrer el camino que los conduce a ver por sus propios ojos y no a través de los de la madre.
                                                           Ps. Ma. Nela Dombronsky
                                                                 Cel: 55 13 725 065