Visión de vida

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Cristina Sanchez comparte la experiencia comunitaria de Esteban Prieto

Publicado el 18/2/2011 a las 05:15 PM - 0 Comentarios - Publicar Comentario - Link

Gracias a la Fundación Corriente Cálida Humanística, y a la visión de vida de Cristina Sanchez, por darme la posibilidad de esta experiencia maravillosa vivida en el Hogar San Martín que me ha dejado muchas cosas positivas para mi vida.

Comenzando con los sentimientos que me despertaron cada uno de los abuelos con los que compartí momentos indescriptibles, desde charlas emotivas hasta silencios con caricias, miradas comprensivas y palabras de aliento.

El solo hecho de recordarlos me emociona y no puedo dejar de sentir esa conexión diferente a lo que conocía, amor por las personas, sin esperar nada a cambio. Dar y brindarme por completo.

Otra cosa que remarco es la enseñanza que me brindó Cristina Sánchez y desde allí pude entender su visión de vida. Comprendí que uno tiene que mirar la diferencia que puede hacer con otras personas. Cuando das con el corazón, lo que recibís es amor puro, sincero y eso te llena el alma. Todo esto lo recibí en el Hogar y es algo que uno no espera y hace que no quiera distanciarme ni un día de los abuelos, por las ganas de verlos, de recibir ese amor puro, de ver esas sonrisas hermosas y por las ganas de hacer que cada uno de ellos no se sienta solo.

Realmente todo lo compartido, es muy difícil de ponerlo en palabras, porque cuando el sentimiento es profundo, se dificulta encontrar las palabras adecuadas para expresar ese inmenso amor.

En mi corazón están los abuelos y permanecerán en él porque se ganaron ese lugar, porque siento que me dieron parte del suyo y porque soy feliz al compartir momentos con ellos.


Cristina Sánchez comparte el testimonio de experiencia Comunitaria de Valentina Banchio

Publicado el 16/2/2011 a las 04:10 PM - 0 Comentarios - Publicar Comentario - Link

Estoy infinitamente agradecida con la visión de vida de Cristina Sánchez por darme la posibilidad de vivir esta experiencia inolvidable.

Cuando miraba de afuera a las personas que prestaban ayuda al comedor, me causaba cierta admiración y yo pensaba por dentro que debían ser seres especiales que ya nacían con esa entrega a quienes lo necesitaban.

Después de  meses de vivir en carne propia y de pasar por esta experiencia me pude dar cuenta que me encontré con un grupo de seres tan humanos y tan necesitados, no solo de necesidades básicas sino de afecto. Ahora siento que con lo poco que les pude ayudar, me devolvieron tanto pero tanto amor que llenaron mi corazón.

Aprendí a valorar todas y cada una de las cosas que me rodean y el significado de las mismas.

Ver en sus rostros, sonrisas, gestos de agradecimiento y de alegría fue lo más gratificante para mí.

Hoy me voy con un recuerdo imborrable en mi mente y en mi corazón, del amor que pude brindarles y del que me devolvieron cada uno de ellos. Gracias Fundación Corriente Cálida Humanística!


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