Experiencia Comunitaria de colaboradores de Fundación Corriente Cálida Humanística, liderada por Cristina Sanchez, en el merendero PROVIDA de Merlo, Pcia. de Buenos Aires.
Palabras de Florencia Villareal:
“Gracias Señora Cristina Sánchez por permitirme llegar a ese lugar y ver la realidad de éste mundo que yo antes solo lo veía desde lejos. Hoy me voy completa, entera como persona, madre, mujer porque sé que dejé mi corazón en el merendero sin esperar nada.
Mi experiencia en el comunitario fue lo mejor que me pasó, me permití ser y brindar lo mejor de mí, aprendí a dar amor de verdad, porque yo antes creía que con dar de comer, mantener bien a mis hijos, limpios y cuidados era todo, y no, me faltaba lo más importante “el amor”, el escuchar, comprender, ayudar, jugar, compartir.
Esto lo vi en el merendero, ahí logré amar a esos nenes, me permití abrazar, besar y decirles hermosas palabras como un “te quiero”, que para mí eso era un atravesar inmenso, pero hoy es lo más maravilloso que logré y sumó un montón en mi vida, me di cuenta que con abrir mi corazón logro sacar sonrisas de esos pequeños que cada domingo venían corriendo gritando (seño, seño).
Los momentos con los chicos me llenaban de amor hasta los nenes más inquietos y traviesos tenían sus pequeños momentos de sensibilidad, gracias a una sonrisa o abrazo que brindaba, ellos se permitían también recibirlo y sus ojos brillaban y a la vez se veían muy tristes entonces me ocupe de que esas horas que compartíamos sean inolvidables, que lo disfruten al máximo y así mi corazón pequeño, frío y cerrado fue saliendo de su caparazón. Ellos me lo hicieron abrir, lo agrandaron con cada sonrisa y mirada pura que tienen, con amor que me dieron y estoy muy agradecida porque esta experiencia la llevé a mi visión de vida. “
Palabras de Gabriel Penayo, en el marco de la Experiencia Comunitaria de colaboradores de Fundación Corriente Cálida Humanísticaen el merendero PROVIDA de Merlo, Pcia. de Buenos Aires.
“Sra.Cristina Sánchez, quiero hacerle llegar mis agradecimientos por haberme dado la posibilidad de poder ayudar a esos chicos, compartiendo tantos momentos y divirtiéndonos con cada juego.
En PROVIDA me di cuenta de lo hermoso que es tener la posibilidad de ayudar a la gente no solo con lo material sino con amor, cariño, comprensión y sonrisas! Durante meses me llené de la alegría y la inocencia que me transmitían los niños y se me hacía larga la semana para esperar al domingo cuando los chicos venían corriendo a saludarme y abrazarme diciendo “hola profe” y solo buscaban un abrazo y una palabra de aliento y contención que quizás no tenían. Con ellos llegué a entregar mi corazón, divertirme y jugar como un chico más, cada vez que estábamos jugando me sentía uno más de ellos y me venían muchos recuerdos a la mente de cuando yo era chico y solo jugaba y me divertía como ellos sin saber de los problemas de la vida cotidiana.
Me llevo muchas cosas guardadas en el corazón para toda la vida, sus caritas, sus abrazos, sus travesuras…mi visión de vida ahora es distinta
Por haberme dado la posibilidad de abrir mi corazón y dejarlo llenarse de tanta dulzura, de nuevo gracias Señora Cristina Sánchez!!!”