Llega marzo, hora de comenzar organizarnos para vivir al máximo

Por Ing. Andrea Jatar, Directora Ejecutiva de de la Olla – Best for The World 2017/ 18 / 19 – www.delaolla.com.ar – @delaollasaludable

Se fue febrero, el mes del carnaval. El tiempo para los hobbies y para compartir aprovechando los días intensos de verano, en este año en que el clima nos tiene a dos puntas, entre el calor excesivo y el fresquito que rogamos que permanezca para dormir tranquilos sin aire acondicionado.

Febrero es un mes sandwich, se acaba pronto abriéndole la puerta a marzo. Medio mundo de vacaciones y la otra mitad ni: ni disfrutando del verano ni en plena actividad. Como jamón del sandwich, los carnavales, estas fiestas entre paganas y religiosas en que hacemos miniturismo o bailamos al compás de las murgas o deseamos el fin de esa música tribal con espuma-nieve y bombitas de agua mientras nos mentalizamos en lo educativo: hoy, ya en marzo, arrancan las escuelas, las universidades y la capacitación permanente.

Vivimos en una época en que somos conscientes de que es bueno aprender durante toda la vida por varias razones: la subsistencia laboral y la necesidad de mantenernos activos. La ciencia y la tecnología cada vez se diversifican más en menor tiempo, sabemos que en breve debemos reconvertirnos para hacer tareas más desafiantes de la mano de la inteligencia artificial, pero también sabemos que nos conviene ejercitar el cerebro para vivir lúcidos y saludables.

Y en esta carrera de trabajo, vida personal y capacitación debemos entender cómo organizamos el día para recrearnos. Porque es necesario ocuparnos de lo que nos permite comer y también de lo que nos satisface. Aburrirnos. Percibir el mundo con los sentidos. Respirar la vida. Alimentar el alma. Día a día. Encontrarnos con nosotros mismos y con nuestros queridos. Compartir la vida. Soñar. Expresarnos de la manera que nos sale: palabras, arte, cocina, oficios, actividad física, cafés con amigos, etc etc. Cada quien elige el momento del día negociando consigo mismo, con la familia, con los amigos, con el trabajo.

Muchas veces esperamos el fin de semana para liberar esa energía contenida, pero llegamos exhaustos y nos da fiaca. Dedicarnos un poquito cada día es querernos a nosotros mismos y a nuestros queridos: pareja, hijos, padres, amigos, etc etc. Hay empresas que tienen un espacio lúdico dedicado, para que cuando necesites despejarte de un momento tenso o inspirarte, te des una vuelta y hagas un partido de metegol, un tejo, te acuestes en unas hamacas paraguayas, mires un poco el noticiero, tomes un café, un té, un agua de frutas, juegues un partidito de ping pong, un flipper, simules ser piloto de avión, hagas yoga, masajes, zumba, hip hop, cantes, pintes, te comas una fruta, un yogur, una barrita de cereal, escuches una buena charla inspiradora, etc etc.
O pases por la guardería a ver a tus BB, o por la oficina del médico a hacerte los exámenes de rutina, adoptes una planta, hagas un voluntariado, un lindo happy hour, reuniones de socialización, o actividades para que abras tu mente a la diversidad. Hay muchas opciones como empresas y presupuestos para que te recrees! Lo esencial es fijar objetivos flexibles y cumplirlos.

Vivir la oficina slowemente depende de vos, a veces las empresas ayudan pero sino, lo podés hacer fuera del horario laboral eligiendo el lugar que no te dé fiaca ir: cerca de la ofi o cerca de casa. Que te haga sentir bien. Luego te organizás de común acuerdo con quien compartas tu vida, aunque sea con vos mismo, para que esos espacios se lleven a cabo sin excusas: bloqueás tu agenda, tenés en tu heladera lo que necesitás para alimentarte cuando llegues (que sea natural, eh!). No vale llamar al delivery todos los días, eso debería ser la excepción ante imponderables, recordá que elegir la comida con el hambre rugiendo no nos permite hacerlo racionalmente, y esperar a que llegue la moto con el paquete es el peor momento para nuestro cuerpo: estamos famélicos y nos queremos comer todo!

De noche nos conviene comer liviano para poder conciliar el sueño y despertarnos de buen humor, así que, cuando elijas hacer actividades a la salida de la oficina, ya tené planificado con qué vas a alimentarte. Una buena ensalada preferentemente con vegetales agroecológicos, cereales, legumbres, poca carne (o nada, podés hacer noches sin carne!), una vianda casera o cocinada con ingredientes nobles, una buena compañía y la conciencia de que el momento de alimentarte es parte de tu recreación y la de quienes comparten esos minutos, por eso debe ser agradable y saludable. Y si elegís recrearte por la mañana o durante el almuerzo, también tenés que planificar tus desayunos y tus almuerzos con el tiempo necesario para que tu día fluya a un ritmo adecuado. Sin celulares ni cosa que nos entretenga, ya estuvimos entretenidos durante el resto del día!

Si vivimos con alguien, la comida recreativa es el mejor momento para celebrar la vida, los alimentos y el amor. Es el espacio dedicado a nuestros afectos y a la naturaleza que nos cobija. Vivir slowemente implica eso: ser ingeniosos para encontrar nuestro propio espacio de recreación en sinergia con las personas con quienes compartimos nuestro día a día.
Entre nosotros y slowemente hablando, ¿ya pensaste en cuán valiosa es tu recreación?